El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha propuesto una reforma del Senado y de la Constitución para “conceder corresponsabilidad legislativa” a las comunidades autónomas, que les permita aumentar su capacidad de decisión, y reforzar la vía federal.
Así lo ha manifestado durante su participación en la XXXV edición de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid con su ponencia ‘Federar en cuerpo y alma. La vía para unir España’, en la que ha abogado por un “cambio de la España autonómica a una España federal”.
El president ha abogado por alcanzar unos “pactos autonómicos del siglo XXI” para abordar una triple reforma económica, política y simbólica, materializada a través del cambio del modelo de financiación autonómica; la reforma del Senado y de la Constitución; y la desconcentración de las instituciones del Estado, puesto que ha argumentado que tras casi medio siglo de vigencia del Estado autonómico es necesario realizar reformas concretas que profundicen en la cogobernanza “para unir mejor este país” y “alentar los principios federales de cooperación, concordia y lealtad”.
Así pues, el jefe del Consell ha propuesto una reforma del Senado, que debe acometerse a medio plazo, para conceder “corresponsabilidad legislativa” a las comunidades autónomas puesto que, según ha explicado, forman parte del Estado y por lo tanto “deben decidir sobre el Estado”.
A este respecto, ha propuesto seguir el modelo alemán del Bundesrat, donde los Länder deben acordar directamente con el Gobierno federal las leyes que afecten a sus competencias, lo que ha considerado como un “éxito federal” de Alemania, donde el Gobierno central hace partícipes a sus entidades territoriales de la potestad de legislar.
Por otro lado, ha planteado una reforma de la Constitución, a largo plazo, que refuerce la vía federal y conceda “el mismo rango existencial a las comunidades autónomas” que el establecido actualmente para la nación española, tal y como establece la legislación alemana cuya configuración como Federación de Länder no puede ser alterada por el pueblo alemán, aunque lo quisiera la mayoría del país.
El president ha explicado que si las comunidades autónomas “se ven implicadas perpetuamente como parte esencial de la unión, se reducirán las inseguridades jurídicas que desembocan en tensiones y se impulsará la cooperación entre las partes y el todo”. En este punto, Ximo Puig ha elogiado la cultura de cooperación institucional alemana donde todas las partes defienden el “fair play” económico para la igualdad y la justicia.
Gran pacto de país por la financiación
Durante su intervención, el president ha reivindicado un gran pacto de país en el Congreso de los Diputados para acordar la “inaplazable” nueva financiación autonómica que garantice los principios de suficiencia, equidad y solidaridad, como única vía para garantizar un “estado del bienestar fuerte” y de “cohesionar España”.
En paralelo, ha destacado la “unidad y firmeza” que han caracterizado a la Comunitat Valenciana ante la situación de infrafinanciación sufrida, y cuyo resultado ha sido que el Ministerio de Hacienda presentara el pasado mes de diciembre una propuesta para reformar un sistema “caducado hace ocho años”.
Cooperación institucional
En el transcurso del acto, Ximo Puig ha subrayado que la política federal de cooperación institucional es “el único camino posible” por razones “pragmáticas, funcionales y organizativas”, para garantizar la unidad y la homogeneidad en determinadas políticas de “igualdad y justicia”, así como asegurar la “diversidad y la heterogeneidad” en las políticas culturales de cada territorio.
En este sentido, ha planteado mejorar la relación de los poderes ejecutivos del Estado y las Comunidades autónomas a través de formas jurídicas que estén avaladas por la Constitución, y que sean “claras, sencillas y eficaces”, puesto que ha denunciado que los actuales instrumentos, tales como Comisiones Bilaterales, Conferencias sectoriales, o la propia Conferencia de Presidentes, “no garantizan la cooperación en el nivel del poder ejecutivo”.
En concreto, ha propuesto una reformulación de la Conferencia de Presidentes para dotarla de “un grado ejecutivo mejor definido, un claro respaldo constitucional y donde el derecho de veto no recaiga en una simple voluntad unilateral”, de manera que se convierta en un instrumento de “cooperación real”.
Desconcentración institucional
Por último, ha reiterado la necesidad de “desconcentrar” las instituciones del Estado redistribuyendo sus sedes más allá de la capital, así como de “redibujar los mapas de infraestructuras”, con una apuesta definitiva por el Corredor Mediterráneo.
El president ha destacado que las reformas planteadas permitirán dar respuesta a los actuales desequilibrios territoriales, tales como el centralismo ineficiente, el independentismo, la financiación injusta y el dumping fiscal y invisibilidad de parte del territorio y la despoblación.
Asimismo, ha señalado que el federalismo es la “evolución natural de la democracia española” y constituye la mejor forma de armonizar los intereses de todas las regiones y neutralizar “tendencias tanto centrífugas como centrípetas” como el “procés” independentista de Cataluña o el “proceso invisible” de Madrid.