Valencia, 4 de mayo de 2021.-
La empresa AquaSanctus, responsable de los primeros dispensadores españoles de agua bendita automáticos que minimizan el riesgo de contagio por la COVID-19, ha puesto en marcha una iniciativa para ayudar a las comunidades de fieles a contar con uno de estos aparatos en sus parroquias después de la solicitud de varios particulares.
Así, a través de una plataforma de crowdfunding, cualquier feligrés puede abrir un proyecto para recaudar fondos para adquirir uno de los dispensadores y recuperar así el sacramental del agua bendita en su iglesia.
El objetivo es que la comunidad pueda implicarse en la vuelta a las iglesias de un gesto tan habitual y arraigado entre los cristianos como es el de santiguarse a la entrada de los templos con agua bendecida. Un hábito que se eliminó de las iglesias por recomendación del Vaticano cuando estalló la crisis sanitaria para evitar que las pilas de agua bendita tradicionales se convirtieran en un foco de contagio.
Ahora, los fieles tienen la oportunidad de contribuir a recuperar de forma segura este sacramental tan arraigado en la liturgia católica gracias al sistema de crowdfunding puesto en marcha por la empresa en la página web https://midispensador.aquasanctus.es.
Se trata de una iniciativa que la empresa ha llevado a cabo después de recibir peticiones de personas particulares que querían contribuir e implicar a su comunidad en la adquisición de uno de estos dispensadores. La plataforma web está operativa desde apenas unos días y ya hay dos proyectos abiertos: uno para la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Valencia, y otra para la Colegiata Santa María La Mayor de Toro, en Zamora.
Sobre AquaSanctus
La empresa española AquaSanctus consiguió sortear el problema que para las parroquias y sus fieles supone, en tiempos de coronavirus, la tradición de persignarse con el agua bendita de la pila situada a la entrada de los templos. Gracias a un dispensador automático, cada fiel recibe directamente en sus manos el agua bendita necesaria para santiguarse sin necesidad de que su piel entre en contacto con ninguna superficie, minimizando así el riesgo de contagio.
Las recomendaciones higiénicas para evitar el contagio por COVID-19 convirtieron en imposibles multitud de actos cotidianos y, uno de ellos, fue la persignación de los fieles a la entrada de las parroquias tomando agua bendita de una pila común. La Conferencia Episcopal indicó a los párrocos que retiraran esta pila de la entrada de las iglesias.
Por ello, un grupo de emprendedores españoles decidió buscar una solución para que los fieles de las parroquias pudieran seguir recibiendo este sacramental con toda la seguridad posible. Así surgió este dispensador de agua bendita que funciona con un pedal situado en su parte inferior que cada persona puede activar para recibir directamente en sus manos la cantidad necesaria de agua bendita, convirtiéndose en la única solución para que las parroquias sigan ofreciendo agua bendita en época de pandemia.
Un sencillo mecanismo que ya se ha instalado en lugares emblemáticos como la del Santuario de Nuestra Señora del Rosario la Virgen de Fátima, en Portugal, y en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, además de en numerosas iglesias y parroquias de toda la geografía española.