Ribó y PSOE acuerda rescindir el contrato de gestión de 7 escuelas infantiles municipales y pone en riesgo el futuro laboral de 72 profesionales

  • El PP pide al Gobierno de Ribó y PSOE que garantice la continuidad del personal docente y de administración de las 7 escuelas infantiles 
  •  El Ayuntamiento de Valencia ha decidido iniciar los trámites para pasar  a gestión directa siete escuelas infantiles, dejando en duda que pasará con el profesorado de estas escuelas que actualmente son de gestión indirecta
  • En el caso de la guardería de Orriols se había adjudicado la gestión en 2018 pero al no estar acabada, no se ha podido poner en marcha y el Ayuntamiento tendrá que pagar 50.000€ de indemnización a la empresa adjudicataria, para rescindir el contrato

Valencia, 26 de noviembre de 2021

El Gobierno de Ribó y PSOE ha decidido iniciar los tramites para proceder a rescindir el contrato de siete escuelas infantiles de gestión indirecta para pasar a gestionarlas de manera directa. Esta decisión, afecta a más de 732 plazas de alumnado infantil y pone en peligro el futuro laboral de 72 profesores. El PP pide “al Gobierno de Ribó y PSOE que garantice la continuidad del personal docente y de administración de las 7 escuelas infantiles”, explicó la concejala del PP, Julia Climent.

Entre ellas, se encuentra la escuela infantil de Orriols, que lleva 6 años en construcción. En este caso, el Ayuntamiento deberá pagar una indemnización a la empresa que resultó adjudicataria de la gestión, en 2018, por no haber podido desarrollar la actividad al estar aún las obras por acabar “por la pésima gestión del Gobierno de Ribó y PSOE”, según la concejala Climent.

El Ayuntamiento deberá pagar una indemnización del 3% del importe de la prestación dejada de realizar a la empresa de la guardería de Orriols. “Esta decisión del Gobierno de Ribó y PSOE nos parece muy desacertada y no va a resultar gratuita, al contrario,  va a implicar tener que pagar una indemnización de hasta 49.492€ a por la rescisión del contrato”, ha reclamado Julia Climent. 

En la misma línea, los Populares han denunciado que “la rescisión del contrato en otras escuelas infantiles General Urrutia, Pardalets, Sant Pau, Jardí D’Ayora, Benicalap, Mini-poli y Clara Campoamor (la escuela de Orriols que aún no se ha abierto),  lo que supondrá la pérdida del ingreso del correspondiente canon. “Las empresas que prestaban esos servicios debían pagar una tasa al Ayuntamiento y ahora, con esa rescisión contractual, se dejarán de ingresar 227.925€ al año”, ha explicado Climent. 

Para la concejala del PP “de nuevo el Gobierno de Ribó y PSOE vuelve a tomar una decisión desacertada y conflictiva propia de su política de hechos consumados, que va a afectar a 737 plazas de alumnado y especialmente a más de 70 profesionales de la educación infantil de la ciudad de Valencia, sin contar el personal no docente. Desconocemos si en la gestión directa se va a contar o no con el mismo personal”.

Un despropósito de gestión

Lo del centro de educación infantil municipal de Orriols es un despropósito más de la  gestión del Gobierno del Rialto. Van a tardar más de seis años en terminarla y se han gastado casi lo mismo en seguridad privada para vigilar las obras paradas que el coste de construirla. 

El Gobierno de Ribó lleva gastados cerca de 400.000 euros en pagar seguridad privada para vigilar unas obras que llevaban años paradas por la incapacidad de arrancar su construcción. Ha costado casi más la seguridad privada que la inversión en la construcción para finalizarla cuyo coste es de 540.000 euros. El Ayuntamiento paga 7.000 euros al mes por la vigilancia de las obras desde el año 2015.   

Y además, ahora, hay que sumar 50.000 euros de indemnización a la empresa a la que se le concedió la gestión en 2018 y que nunca pudo prestar. Esto lo aprobará mañana la Junta de Gobierno con los votos de Compromís y PSOE.

Lo evidente es que otro curso, más tampoco estará en marcha y son seis años. El Gobierno de Ribó y PSOE lleva un mandato y medio sin ser capaz de acabar esta obra para dotar al barrio de una nueva guardería municipal, otro abandono más a una zona donde la inseguridad ciudadana se ha adueñado de sus calles.