Alicante, 25 de junio de 2021
El presidente del Partido Popular de la Provincia de Alicante, Toni Pérez, ha denunciado este viernes el “sectarismo y desprecio” de la Consellera de Sanidad, Ana Barceló, hacia los alcaldes del PP de los municipios pertenecientes al departamento de salud de Torrevieja después de que ésta haya “boicoteado” la presencia de los dirigentes populares en la reunión que mantuvo con alcaldes del departamento de salud el jueves para anunciar la gestión directa del Hospital de Torrevieja.
“La transparencia en la Conselleria de Sanidad ya sabemos todos que brilla por su ausencia. Barceló convoca una reunión en festivo con los alcaldes del área cubierta por el Hospital de Torrevieja sin los alcaldes de los dos municipios más importantes por población, Torrevieja y Orihuela. Esto es sectarismo y desprecio para evitar que se le sonroje por la nefasta gestión en la reversion del hospital”, ha señalado Pérez.
El presidente de los populares alicantinos ha tildado de “lamentable” que una Conselleria “tan importante en estos momentos como la de Sanidad y a la que se le presupone seriedad recurra al oscurantismo, a la mano por detrás y al ninguneo de los dirigentes de Orihuela, Torrevieja y Pilar de la Horadada para un tema sanitario como este”.
Pérez ha recalcado que Barceló debe una explicación a los alcaldes de Torrevieja, Eduardo Dolón, y de Orihuela, Eduardo Dolón, asi como al de Pilar de la Horadada, José María Pérez, “por su sectarismo y desprecio, con el que están despreciando a miles de ciudadanos de los municipios afectados”. “En el sur de la provincial el Consell se está luciendo. El abandono y el ninguneo es una constante en la trayectoria de la Generalitat”, ha insisitdo.
Por ultimo, Pérez ha criticado que la prioridad para el Consell sea ver “quien se lleva el gato al agua en la forma de revertir la gestión del hospital, si el PSPV o sus socios de Compromís”. “Es una vergüenza que en vez de pensar en los ciudadanos y mantener lo que funciona bien defiendan un modelo de cambio a través de una empresa pública, que ahora la rechacen y de la noche a la mañana apuesten por la gestión directa basada en el caos del modelo de Alzira”.
“Esto no es gestionar la sanidad y la salud de los ciudadanos. Esto es politizar la salud de los ciudadanos con batallitas políticas de socios de gobierno y una improvisación tras otra”.