Nazca: el desierto verde presentado por la Dra. Mafé y Carlos E. Hermida gana el Best Paper en Córdoba

Córdoba, 23 de febrero de 2021

Considerado para muchos el mayor descubrimiento del siglo ya comienza a recibir condecoraciones, a la espera de que pueda ser aplicado en todo el mundo gracias al sistema que sus autores han llamado Nazca 2.0. Esta semana La doctora y catedrática de la Universidad Loyola, Mª Genoveva Millán Vázquez de la Torre, Presidenta del Comité Científico del VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural de Córdoba, donde fue presentado y expuesto por parte del equipo Salvar Nazca, lo ha certificado como el mejor trabajo (Best Paper) de investigación de todo el congreso, destacando entre las más de un centenar de ponencias presentadas por investigadores de todo el mundo.

En la entrega del galardón, que se producía al terminar el tercer y último día del congreso, la valenciana Ana Mafé García, doctora en Historia del Arte y coordinadora académica del proyecto, explicaba a los presentes la importancia de este estudio “puesto que la transferencia de conocimiento de los antiguos ingenieros de Nazca, pertenecientes a la cultura preinca, hacia el futuro es un hecho. Gracias al Plan Estratégico Integral será posible ayudar a cosechar agua en las zonas hídricas más pobres del sur y levante español, incluyendo el Camino del Santo Grial. Todo ello será posible con la aplicación de sus conocimientos a través del programa Nazca 2.0.”

Por su parte, el director del proyecto, Carlos E. Hermida, manifestaba su satisfacción afirmando que “hemos resuelto uno de los mayores misterios del pasado, pero también hemos descubierto un tesoro para nuestro futuro. Gracias a nuestros ancestros podremos expandir la vida por los desiertos de todo el mundo. Alimentos, bosques naturales, especies en peligro de extinción… La ingeniería del siglo XXI ha comenzado”.

Certificado BEST PAPER obtenido en el VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural de Córdoba (España)

Un misterio ancestral de la arqueología

Las Líneas de Nazca siempre han supuesto uno de los más grandes enigmas de la humanidad, llevando de cabeza a arqueólogos, historiadores e investigadores. Se trata de más de 800 geoglifos precolombinos, que representan figuras como animales y plantas, repartidos en una extensión de unos 1000 km cuadrados en pleno desierto de Nazca, en las Pampas de Jumana, en Perú. Hablamos de 10.000 líneas, con una longitud de más de nueve km. y 30 metros de ancho aproximadamente, por tanto, perfectamente identificables desde el cielo.

Pues bien, parece que, por fin, este misterio ha quedado resuelto y demostrado por el equipo multidisciplinar Salvar Nazca, liderado por el vigués Carlos E. Hermida. El resultado del estudio ha sido presentado en el VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural de Córdoba (España), celebrado la semana pasada, del 17 al 19 de febrero, y donde ha obtenido el galardón al mejor trabajo de Investigación, The Best Paper.

El estudio fue presentado en el Congreso de Córdoba por Carlos E. Hermida, director técnico del proyecto, y la doctora en Historia del Arte y coordinadora académica del proyecto, Ana Mafé, en representación del equipo Salvar Nazca en el que también está integrado el ingeniero de Canales y Puertos Xose Manuel Carreira.

Pero vayamos al principio de todo esto. Retrocedamos al año del descubrimiento de las famosas líneas, 1547, un descubrimiento que realizó el conquistador Pedro Cieza de León. Desde entonces han sido numerosas las hipótesis e investigaciones acerca del origen de las mismas. Podríamos citar, entre otras:

Carreteras

En el año 1568 el corregidor Luís Monzón escribió que las referencias de las que hablaba Pedro Cieza de León eran carreteras.

En 1927 el arqueólogo peruano Toribio Mejía Xesspe las divisó mientras hacía senderismo, y en 1936 presenta Acueductos y caminos antiguos de la hoya de Río Grande de Nasca en el XXVII Congreso Internacional de Americanistas, en Lima.

Gigantesco Calendario Astronómico

En 1941 el geógrafo e historiador estadounidense Paul Kosok estableció, gracias a la técnica del Carbono 14, la antigüedad de las líneas en 550 años d.C., y planteó la hipótesis de que las líneas fueron diseñadas como un gigantesco calendario astronómico.

Su compañera, la arqueóloga y matemática alemana y nacionalizada peruana María Reiche, «la dama de la Pampa», siguió la labor de Kosok y dedicó toda su vida a la conservación de las líneas y a investigar la inspiración de sus creadores en las estrellas, convencida al igual que Kosok de que podrían tratarse de un gran calendario astronómico.

Pistas de aterrizaje de naves extraterrestres

Posteriormente, en 1968, Erich von Däniken, detractor del estudio de Paul Kosok y de la propia María Reiche, fue, sin duda, gracias a sus obras Recuerdos del futuro y El Mensaje de los dioses, quien dio a conocer al mundo las líneas. Según el autor suizo, la tierra fue visitada por alienígenas en tiempos de la cultura Nazca, siglo I d.C., y las líneas fueron creadas a modo de pistas de aterrizaje para las naves, en honor de los “dioses” para que volvieran a honrarlos con su visita.

En 1994 el Comité de la Unesco inscribió las líneas y los geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Sistema de riego

Luis Cabrejo, en el año 2010, publica un libro titulado El Código Nazca, en el cual plasma la hipótesis de que las líneas se realizaron con un fin hidráulico, con el objetivo de hacer llegar el agua a determinados campos agrícolas, usando la inclinación del terreno. Nos vamos acercando. El propio Cabrejo expone que “debería existir un consejo interdisciplinario, que se dedique a estudiar estos temas”.

Podríamos añadir para aclarar posibles dudas y evitar comparativas, a la investigadora italiana Rosa Lasaponara, miembro del Consejo Nacional de Investigación de Italia, entidad que forma parte del Instituto de Metodologías para el Análisis Ambiental (IMAA-CNR), enfocado en el estudio de los puquios –manantial en quechua– presentes en las Líneas de Nazca, quien en el año 2016, estudió mediante imágenes por satélite la distribución de los puquios, llegando a la conclusión de que se conectaban entre sí como canales de agua subterráneos.

Salvar Nazca, liderado por el español Carlos E. Hermida, resuelve el misterio

En 2012 surgió el proyecto Salvar Nazca, un proyecto de unión de sinergias entre diferentes profesionales e investigadores que lleva realizando trabajos de campo desde hace más de ocho años, con el firme propósito de investigar uno a uno todos los geoglifos y llegar a la conclusión que finalmente han resuelto y demostrado: “Las Líneas de Nazca son un gigantesco sistema de ingeniería hidráulica, un complejo sistema de líneas de riego artificial, una técnica preinca ya conocida como “cosechas de agua”, de forma que convirtió el desierto en una zona verde, visible desde el cielo, un sistema que tiene su aplicación en el mundo actual y salvará a millones de vidas en todo el mundo”, manifiesta Carlos E. Hermida, director del proyecto.

El estudio se efectuó dentro del área en la que se encuentran las Pampas de Jumana en el desierto de Nazca. Ha sido necesario recopilar 3750 imágenes por satélite y se ha creado un mosaico de 75 filas y 50 columnas. La zona abarca un estudio de 2500 kilómetros cuadrados. Cada geoglifo, línea y estructura de la zona ha sido estudiada respetando y cotejando la cartografía oficial del Departamento de Ica.

La investigación está basada inicialmente en la hipótesis del ingeniero peruano Luis Cabrejo, sin embargo Carlos E. Hermida y el equipo del proyecto Salvar Nazca redefine, completa y enmienda dicha hipótesis usando ingeniería inversa, llegando a la conclusión de que las Líneas de Nazca convertían el enorme desierto de Nazca en un gigantesco campo de cultivo, regado en su totalidad en diferentes estaciones del año -según la época de sequía y de lluvias- gracias al avanzado sistema de ingeniería creado por nuestros ancestros.

Según Hermida, las líneas son un complejo sistema que regula el agua y por consiguiente la humedad del terreno por el que circula, y es por eso que su función va mucho más allá de un simple sistema de riego. Estaríamos hablando de un conjunto de sistemas que trabajan cumpliendo varios objetivos:

  • Transportan el agua a largas distancias.
  • Recogen el agua de lluvia y de escorrentía.
  • Distribuyen el agua a lo largo y ancho de todo un desierto.
  • Recuperan el agua sobrante.
  • Se acumula en depósitos para épocas de sequía.

Sistema de riego Nazca 2.0

Gracias a la cultura nazca y su complejo sistema hidráulico, según concluye Carlos E. Hermida, “podemos dar vida a los desiertos” aplicando la actual ingeniería y tecnología a este ancestral sistema de riego. El equipo de investigación Salvar Nazca ha denominado Nazca 2.0 a este sistema milenario que se combina con la tecnología actual, y que aspira a tener una función práctica en cualquier entorno al ser un sistema adaptativo.

El proyecto premiado en el VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural, considerado el mejor del sector en toda Europa, estuvo dirigido por la doctora y catedrática de la Universidad Loyola, Mª Genoveva Millán Vázquez de la Torre, se celebró de forma online el pasado 17, 18 y 19 de febrero desde la ciudad de Córdoba (España), con la ponencia titulada Turismo Arqueológico en Perú: las Líneas de Nazca como sistema de riego para mega cosechas de agua.

El estudio académico y científico completo presentado en el Congreso de Córdoba será publicado en los próximos días en la revista Journal of Tourism and Heritage Research y estará disponible no solo para toda la comunidad científica, sino también para el público en general.