13,enero 2022.- –
El presidente del PPCV, Carlos Mazón, ha lamentado hoy que es “muy triste que esta Comunitat tenga el honor de tener el primer gobierno de la democracia condenado por no proteger a su personal sanitario”.
En estos términos se ha referido Carlos Mazón en el transcurso de la visita al Centro de Salud “El Palleter” en la ciudad de Castellón. En la visita ha estado acompañado por la presidenta del PP de la provincia de Castellón, Marta Barrachina y por la presidenta local del PP y portavoz del grupo municipal en el ayuntamiento, Begoña Carrasco.
Con respecto a la sentencia que condena a la Generalitat por no dotar de material de protección a los sanitarios valencianos, Carlos Mazón ha afirmado que “no hay precedentes Y si un gobierno no protege a los que nos tienen que proteger, los pacientes, usuarios y vecinos están en absoluto desamparo” y ha lamentado que “después de dejar sin protección a los sanitarios ahora no asumen responsabilidad y quieren recurrir”.
En este sentido, el presidente Mazón ha recordado que “ya no es un problema de colapso, que lo hay, es un problema de falta de capacidad de gestión y de falta de previsión por parte del Consell” y ha recordado que hace unos días le ofreció a Puig el apoyo “político y parlamentario del PPCV par aponer en marcha una Plan de choque de la atención primaria y puntos de PCR’s y antígenos gratuitos”
“No hay ningún tipo de sensibilidad con lo que está ocurriendo. La situación es muy lamentable y nosotros queremos conocer la realidad, saber lo que está pasando y estar con el personal sanitario y recoger la inquietud de los ciudadanos que no tienen quien les escuche”.
Carlos Mazón ha asegurado que “que la atención primaria está colapsada y ya lleva mucho tiempo que necesita de actuaciones importantes y que promete Puig pero que nunca pone en marcha”.
Así, Mazón ha asegurado que sentimos indignación porque después de la recogida de 13.000 firmas para solucionar el problema de El Palleter en Castellón, su alcaldesa no ha hecho nada. Solo se ve preocupada a Begoña Carrasco por intentar dar una solución a este caos”.
Carlos Mazón ha afirmado que “el problema no es en que estamos convirtiendo a los pacientes en impacientes, sino en indignados y directamente en desatendidos”.
Por último, el presidente del PPCV ha manifestado que “estamos ante un Consell que ha desprotegido a sus menores y a su personal sanitario, que desprotege a sus ganaderos, que desprotege a su cerámica y que no se encarga de las cuestiones del día a día. Pero para no reivindicar la financiación siempre estaos dispuestos”.
Por su parte, la presidenta local del PP de Castellón, Begoña Carrasco ha manifestado que “los propios profesionales y sindicatos médicos llevan demasiado tiempo denunciando este colapso en la Atención Primaria y en las urgencias hospitalarias sin que la Generalitat ni el Ayuntamiento hayan hecho absolutamente nada por aliviar la presión a la que están sometidos”.
“Estamos en la sexta ola de contagios con cifras desbocadas que hacen que la situación sea del todo insostenible. Faltan médicos, 300 con contratos de refuerzo COVID fueron despedidos en nuestra ciudad y, además, no se cubren las bajas. Las plantillas en los centros de salud están bajo mínimos lo que resiente la calidad asistencial de los castellonenses”.
Así, Carrasco ha manifestado que “volvemos a estar en el furgón de cola de la Generalitat pagando impuestos de primera mientras seguimos siendo valencianos de tercera para Puig y con una alcaldesa que sigue callada, que no alza la voz ante su jefe de filas para defender el interés de los castellonenses, demostrando una vez más que es más socialista que alcaldesa”.
Por su parte, la presidenta provincial Marta Barrachina ha denunciado que «las familias de Castellón están pagando el abandono al que durante años el PSOE ha sometido a la sanidad. En el peor momento histórico provocado por esta pandemia, estamos recibiendo un trato tercermundista por parte de un PSOE que se lava las manos y mira hacia otro lado cuando las colas a las puertas de los centros de salud se desbocan, los sanitarios sufren el estrés de un colapso provocado por una política ineficaz y los pacientes dejan de ser intervenidos porque las camas UCI están colapsadas por pacientes que acaban siendo derivados a otros hospitales»