27 de agosto de 2022 – MediterráneoPress
La producción de fruta de verano no ha sido como la de los últimos años. Al menos, eso se desprende de un balance realizado este viernes por la Unió de Llauradors. Según el mismo, la producción de este tipo de fruta se está convirtiendo en testimonial por los continuos descensos de cosecha de las últimas campañas y la falta de rentabilidad.
En este sentido, la producción valenciana de albaricoque, melocotón, ciruela y cereza en esta campaña ha sido un 65% de la media de las últimas campañas y un 66% más baja que la de 2021, con alrededor de 25.000 toneladas de estos productos, donde no se incluye la nectarina.
En concreto, en melocotón la reducción de la producción valenciana ha sido alarmante con una pérdida de aproximadamente el 50% de la producción respecto a la media de los últimos cinco años. En ciruela las pérdidas de producción respecto a la media de las últimas cinco campañas han sido del 67%. En albaricoque únicamente ha habido un 25% de la producción media de las últimas cinco campañas. En cerezas ha habido en el mejor de los casos una reducción del 59% respecto a la media de las cinco campañas precedentes y en casos concretos hasta el 100%.
Así, desde la Unió de Llauradors se denuncia que el sector de la fruta de verano en la Comunitat Valenciana puede llegar a ser testimonial e irrelevante tras conocerse los últimos datos sobre la producción de esta campaña facilitados por el Ministerio de Agricultura. La meteorología desfavorable en primavera con lluvias persistentes y bajas temperaturas, así como un invierno sin horas frío, ha provocado un importante descenso de cosecha.
A este descenso productivo por circunstancias meteorológicas, hay que sumar la detección de la enfermedad de la sharka en unos melocotoneros de Carrícola (Vall de Albaida), cuando hasta la fecha solo se había visto en albaricoqueros.
La Unió de Llauradors asegura que es consciente que la sharka no tiene la consideración de enfermedad de cuarentena en la UE y por tanto las acciones a realizar pueden estar condicionadas, pero la gravedad de la situación y el hecho que nos encontremos en el principio de la infección requiere de una acción rápida y contundente.
Por ello, desde la Unió de Llauradors ya se ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que se adopten medidas ante esta detección. En primer lugar, acciones sancionadoras contra el vivero que no ha garantizado la sanidad vegetal y ha vendido plantas infestadas y también el establecimiento por parte de Conselleria de un protocolo de actuación que contemple algunas medidas. Entre ellas se encuentra la trazabilidad a partir de las ventas de plantas del vivero para detectar posibles parcelas afectadas o potencialmente afectadas, medidas obligatorias y recomendaciones a adoptar por las personas con plantas afectadas o potencialmente afectadas en sus parcelas, medidas que garanticen la no dispersión de material vegetal de las parcelas afectadas o potencialmente afectadas y recuperar y establecer la línea presupuestaria, ya solicitada por LA UNIÓ en junio, para compensar los costes de arranque de las parcelas afectadas, desinfección y nueva plantación.
Campaña fruta
Por otra parte, el balance de la campaña de la fruta ofrece un comportamiento bastante negativo para los productores. En los lineales si bien es cierto que la fruta se ha vendido bien y logrado un precio superior al de la pasada campaña, los productores no lo han notado ante el considerable aumento de los costes de producción (equiparación salarios al SMI, energía, plásticos, transporte…). A ello y la merma productiva hay que sumar los menores rendimientos debido a los problemas de calidad de la fruta por las adversidades climatológicas.
“Descenso de cosecha, pocos kilos y un precio en campo no demasiado elevados han provocado ingresos ruinosos de nuevo para los agricultores que han absorbido todos los incrementos de los costes de producción”, según LA UNIÓ.