La Guardia Civil informó ayer mismo de que del día 12 al 15 de agosto se esperaba una ola de calor extrema junto a fuertes vientos de poniente. Debido a estas circunstancias quedan prohibidas estas actividades:
a) Prohibición del tránsito de personas por senderos y campo a través.
b) Suspensión de obras y trabajos en los terrenos forestales o sus inmediaciones.
c) Suspensión del uso festivo-recreativo del fuego por motivos festivos en terrenos forestales y en la zona de influencia forestal (hasta 500 metros).
d) Prohibición genérica de encender cualquier tipo de fuego en los terrenos forestales y en la zona de influencia forestal (hasta 500 metros).
e) Suspensión de cualquier tipo de autorización otorgada para circulación deportiva por terrenos forestales.
Si nos acogemos al punto a), el recinto del Medusa Festival se sitúa en un punto muy expuesto a las fuertes rachas de viento que, por desgracia, se han llevado la vida de un joven de 22 años y han dejado heridas otras 17 personas.
Ante esta posibilidad, lo más acertado hubiera sido que el Ayuntamiento de Cullera junto con la aprobación de la Generalitat hubiesen suspendido el festival por estas inclemencias meteorológicas antes de que sucediera una desgracia.