Valencia, 26 de marzo de 2021
Ya son varios días los que el Canal de Suez permanece obstruido a consecuencia de un gran carguero que ha quedado atascado en el trayecto. A lo largo de estas jornadas se han generado largas colas de más de un centenar de barcos de carga que atravesaban el canal tras el barco accidentado.
La Autoridad Portuaria de Valencia ha analizado la situación y ha evaluado varias consecuencias de este suceso que afectarían al puerto valenciano. En primer lugar, los sobrecostes económicos derivados, entre otros, del combustible necesario para incorporarse a otra ruta. Desde la Administración confían en que esos sobrecostes se vayan normalizando.
La previsión es que haya menor tráfico en abril, porque Valencia es puerto de escala, y si el atasco obliga a tomar rutas alternativas las paradas se realizarán en otros puertos. En cuanto al tráfico de mercancías, aseguran que no es una preocupación, ya que, aunque sufran retrasos, llegarán. No obstante, lo que sí preocupa a la Administración es el volumen de carga que tendrá que soportar el puerto y si llegado el momento se podría asumir, ya que al tráfico regular se le sumaría el que ahora hace cola en el Canal de Suez.
Este asunto no solo compete al puerto, sino también a las empresas importadoras y exportadoras, según ha defendido la institución, asegurando que la Administración Portuaria es “un instrumento al servicio de las empresas y de los ciudadanos”. Si la ruta cambiase, las previsiones de transporte también lo harían, y tendrían que modificarse los costes. Por ende, la competitividad de las empresas que operan a través del puerto dependería de los costes del transporte por mar.
El sector más afectado, según la institución, es el cerámico, y en general aquellos que operan con Oriente Medio y Asia. En menor medida, pero que también se verían afectados, estarían el agroalimentario y el energético, entre el petróleo y el gas.