Valencia, 18 de marzo de 2021.- Raquel Barba
La línea de tren entre Valencia y Cuenca ha ido arrastrando problemas desde hace años, pero Filomena fue la gota que colmó el vaso. Desde el temporal un gran número de municipios han quedado incomunicados dado el mal estado de la vía y la reducción del servicio. Los vecinos de Camporrobles, una de las localidades afectadas, se han movilizado para pedir soluciones.
Esta mañana su alcaldesa, Inmaculada Alemany, ha pasado por los micrófonos de A Buena Horas, el programa de Miguel Ángel Pastor en la 107.1FM Radio Intereconomía Valencia, que explicaba así el estado de las comunicaciones ferroviarias: “La línea lleva muchos años siendo deficiente y con el temporal se puso de manifiesto. Somos 147 las estaciones afectadas, unos 120 km que no tenemos posibilidad de desplazarnos a las grandes ciudades ni a municipios cercanos”.
El servicio ha ido en decadencia y cada vez era más reducido:
“En 2013 la frecuencia era de cuatro trenes por sentido. A partir de entonces se redujo a tres, y con la pandemia quedó en uno por servicio. Antes de Filomena recuperamos los dos servicios, pero sigue sin ser suficiente y es poco práctico”. El problema, dice, es que no tienen “rentabilidad económica”, y denuncia que es inaceptable “que un servicio para desplazarse a otra ciudad salga a las 11 de la mañana y llegues a mediodía, porque si quieres hacer alguna gestión ya no te da tiempo”.
El tren es un medio que facilita mucho la movilidad a los vecinos de todos los municipios porque comunica a los estudiantes con Valencia y a las personas mayores con el resto de localidades, especialmente cuando necesitan “desplazarse a Requena que es donde tenemos las consultas externas, y no pueden hacerlo porque no tienen otro medio”.
Desde Camporrobles se han puesto en contacto con las instituciones y han recibido la propuesta de “hacer mantenimientos preventivos”, pero recalca que la línea “no ha recibido ningún tipo de inversión en estos últimos años, y solamente ha hecho falta un temporal para dejar al descubierto todas las carencias”. Esta situación, sin embargo, viene de lejos, según explica la alcaldesa, porque “no viene de ahora, sino también de todos los gobiernos anteriores. Se ha hecho una apuesta por la alta velocidad pero no se ha invertido en la línea convencional”. Para evidenciar los problemas, ha destacado cómo la velocidad que alcanza la línea es de “60 km/h, mientras que en algunos tamos tiene que reducirse a 30 por el mal estado de las vías”.
En las últimas negociaciones han hecho un inciso: “Vamos a luchar hasta que se restablezca el servicio. Hemos pedido que se nos habilite como final de trayecto porque somos el último pueblo de la Comunidad Valenciana. No hace falta que nos den la afluencia de trenes de Utiel, pero que por lo menos los regionales puedan llegar a cinco servicios. También pedimos que se hagan modificaciones en el trayecto para reducir el tiempo de llegada a Valencia”.
Preguntada por el conductor del programa, Miguel Ángel Pastor, sobre el problema de la España vaciada, Inmaculada Alemany ha lamentado que se sienten como “ciudadanos de segunda. Pagamos como todos los impuestos pero a la hora de facilitar servicio público no cuentan apenas con nosotros”. No obstante, la pandemia ha tenido un efecto contrario en el volumen de población del municipio: “Hemos tenido un repunte de vecinos que se han venido. Mucha gente teletrabaja y cuando estábamos confinados y también durante la desescalada los municipios pequeños teníamos un poco más de libertad. Eso condicionó que la gente viniese a su segunda residencia e incluso valorase quedarse en el pueblo”.
Para concluir la entrevista, la edil ha querido mostrar su agradecimiento: “Muchas gracias por ofrecernos esta ventana para visibilizar los problemas de los pueblos del interior”.