Valencia, 14 de marzo de 2022
El presidente de la Confederación del Taxi de la Comunidad Valenciana, Fernando del Molino, ha señalado en Intereconomía Valencia ante la crisis de energía: “nuestra solución pasa por aplicar la subida de los combustibles a las tarifas, cosa que depende de la Generalitat. Con que nos apliquen la de enero de 2022 ya supondrá un gran paso para nosotros y si no repercutimos como mínimo esto, operar para nosotros va a ser imposible”.
En esta misma línea, del Molino ha apuntado: “la Generalitat lleva enrocada muchos años en que la subida de costes se tiene que demostrar en lo que cada día te repercute y no con el IPC. Si ahora todos los días tenemos que repercutir 20 euros más, estamos negociando las tarifas con las condiciones que presentamos hace 6 meses, pero es que desde enero hasta aquí el carburante ha subido mucho”.
De hecho, el presidente de la Confederación del taxi de la Comunitat ha explicado: “seguimos descontentos, nos han dicho que a partir de que tenga la oficina térmica el taxi se agilizará todo el proceso para iniciar una orden conjunta en todas las áreas. Nosotros presentamos un informe económico y pasaba por un incremento superior del 6% y la Generalitat del 2,7%, pero si miramos lo que está pasando irnos por encima de nuestra propuesta no sería nada descabellado”.
Así pues, ante las protestas del sector del transporte, del Molino ha indicado: “estamos en el comité nacional del transporte y todo el mundo apuesta porque haya medidas porque si no todo el colectivo se levantará y si esto sucede todo se parará”.
En vistas de la semana fallera, el presidente de la Federación del Taxi de la Comunidad Valenciana ha destacado: “la mayoría de los municipios se autorregulan con el ayuntamiento para que se descanse por franjas para que no haya solapación. En Valencia es difícil como hacerlo para que en momentos difíciles siempre haya servicio y ahora en fallas podremos tener en el servicio nocturno las 3.000 licencias, aunque coincidir todas es imposible”.
Por último, Fernando del Molino ha fundamentado: “muchos taxistas evitan las zonas conflictivas, aunque sea donde más gente hay porque quieren evitar los momentos tensos con el personal, y, además, hay gente que de forma divertida para ellos hacen un sinpa”.