El incendio de la Vall d’Ebo ya ha quemado 11.500 hectáreas

El peor incendio de verano registrado en la Comunidad Valenciana ya ha alcanzado las 11.500 hectáreas quemadas. El cambio de viento en la madrugada del martes ha obligado a cambiar la estrategia para erradicar el fuego pero las lluvias previstas para esta tarde permiten ser optimistas.

La virulencia del fuego, su alta velocidad de propagación, los cambios repentinos en el viento y la complicada orografía están haciendo una tarea casi imposible extinguir el incendio de la Vall d’Ebo. Alrededor de 2.000 familias de la zona ya han sido desalojadas para prevenir posibles tragedias por el avance del fuego. Además, 11 carreteras han sido cortadas.

El incendio que mantiene en vilo a tres provincias alicantinas se mantiene activos desde que la caída de un rayo el sábado por la noche lo originara. El president de la Generalitat, Ximo Puig, confía en que los medios aéreos sean claves para extinguir el fuego ya que «a medida que se reduzca el humo podrán trabajar más».

«Lo que más nos preocupa, en cuanto a la superficie, es el perímetro. Cuando tenemos un perímetro de tantos kilómetros, se hace muy difícil controlarlo todo», ha apuntado Puig debido a que el incendio de la Vall d’Ebo ya se encuentra en 80 km de perímetro y el de Bejís en 50.

Durante las próximas horas se espera la incorporación de diez medios aéreos de la Generalitat, cinco del Gobierno, un helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y otros efectivos de Murcia y Castilla-La Mancha.