Elche, 4 de febrero de 2022
El departamento de salud del Vinalopó, del grupo sanitario Ribera, continúa trabajando para la detección precoz de mujeres y la acción preventiva de seguimiento con menores. De esta forma, desde el servicio de Ginecología y la Unidad de Trabajo Social se realiza un seguimiento para asegurar que alrededor de una treintena de menores no han sido víctimas de este tipo de violencia.
Además, dentro del programa de seguimiento controlan periódicamente a más de 40 mujeres detectadas en riesgo para evitar la mutilación genital femenina.
Desde la Unidad de Trabajo Social, durante 2021 se han realizado numerosas charlas y ponencias para comunicar la experiencia en el departamento de salud en materia de prevención tanto en la Diputación de Alicante como en las Universidades de Murcia y Alicante.
Además, están trabajando en un proyecto de investigación sobre este colectivo de población, aprobado por el CEIM del departamento. Por otro lado, su objetivo para este año 2022 es recuperar el trabajo comunitario con asociaciones y tercer sector de la zona de influencia que se ha visto limitada debido a las restricciones derivadas de la pandemia.
Y es que, el departamento de salud del Vinalopó se adhirió al protocolo de actuación sanitaria ante la Mutilación Genital Femenina (MGF), elaborado con la participación de profesionales sanitarios de diferentes ámbitos, que tiene como objetivo establecer pautas de actuación de carácter multidisciplinar que permitan la detección precoz, prevención y atención integral de las pacientes que han sufrido dicha mutilación y sus fatales consecuencias.
Cabe destacar que aún con la dificultad en la detección de este problema, debido a la existencia de grupos poblacionales de los que se carece de información por su situación de residencia irregular o cambios frecuentes de residencia en nuestro país, a través de los registros en el Sistema de Información Poblacional (SIP) se ha podido elaborar un mapa de riesgo que ofrece una aproximación de la distribución de esta población que facilita la intervención sanitaria.
La intervención con estas mujeres se realiza, en primer lugar, en la consulta de ginecología con un abordaje gradual para detección y derivación de las pacientes en el contexto de cualquier patología. Tras la primera consulta, se deriva a la paciente a la Unidad de Trabajo Social para la intervención social, revisión de su histórica clínica y de sus hijas mejores en riesgo de MGF.
El seguimiento clínico de la paciente se realiza de forma periódica en las consultas de ginecología abordando diferentes aspectos de la mutilación en sí y de posibles efectos secundarios a la misma que repercutan en la salud y sexualidad de la paciente. De este modo, “mantenemos comunicación y cooperación directa con la unidad de referencia para abordaje de la reconstrucción del área genital mutilada, establecida por el protocolo de Consellería. Hasta la fecha, se han remitido a dicha unidad a dos pacientes que valorarán someterse a dicha intervención”, ha explicado la Dra. María Vizcaíno.
“Es importante reforzar la idea de que trabajamos desde el diálogo y el respeto para evitar culpabilizaciones. Es fundamental conocer los argumentos de la familia y ofrecer una visión alternativa y, sobre todo no juzgar. Debemos hacer un ejercicio para trabajar con las prácticas y creencias culturales y comunitarias, no en contra de ellas, reforzando los valores culturales positivos”, añade Leticia Beltrán.
La concienciación del equipo de trabajo en mutilación genital femenina del Vinalopó comienza con los propios compañeros sanitarios ya que se trata de un tema bastante desconocido, de mucha actualidad y con el que se está trabajando en pocos departamentos. De esta forma, a lo largo de estos meses, la Unidad de Ginecología y Trabajo Social han celebrado varias sesiones formativas en los departamentos de salud del Vinalopó, General Universitario de Alicante y próximamente en el General Universitario de Elche.
“Estamos trabajando mucho en la prevención, desde Trabajo Social de Atención Primaria se está citando a las menores con una frecuencia semestral para garantizar que se encuentran bien, que no se les ha practicado la MGF y generar conciencia con los progenitores sobre la gravedad de esta práctica, siempre desde el respeto y evitando el relativismo cultural. Además, se les orienta sobre cualquier recurso o ayudas públicas que puedan necesitar la menor o su núcleo familiar. Se considera que de esta manera, pueden generar un vínculo importante con la Trabajadora Social de su centro de salud y con pediatría”, asegura Leticia Beltrán.
Gracias a este trabajo de difusión, el departamento de salud contribuye a la información, concienciación y sensibilización en relación al problema y sus consecuencias subrayando la importancia del seguimiento de las hijas menores de madres mutiladas.