Valencia, 18 de marzo de 2021- Xavi Cuenca
El asesor fiscal y directivo económico de la plataforma Libertad VCF, Dionisio Canales, ha señalado en Intereconomía Valencia que en las ayudas directas de 11.000 millones de euros, se quedan fuera numerosas actividades productivas que también han padecido los efectos de la crisis ocasionada por el coronavirus, esto demuestra que no ha habido una buena planificación por parte de la administración.
“Los 11.000 millones de euros de ayudas directas se dividen en tres grupos: 7.000 están dirigidos para las empresas que hayan visto reducidos sus ingresos en un 40%, 3.000 van para renegociar los ICO aplazándolos a más años y los otros 1.000 se distribuyen entre las grandes empresas que lo hayan pasado mal. No entendemos por qué algunas actividades no entran en las ayudas, se tienen que incluir en las ayudas en función de la situación de sus empresas. Es probable que discriminen a algunas actividades porque no tengan dinero para todos”, declara Canales.
En esta línea, el asesor fiscal remarca: “Han pensado que a unas actividades les ha afectado más la crisis pero deben poner unos parámetros más rígidos y abarcar a las empresas que han sufrido un mayor descenso en su actividad productiva. Los sectores incluidos en estas ayudas ya han sido beneficiarios de las anteriores, deben satisfacer las necesidades de otras actividades. En mayo cuando se finalicen los ERTE habrá problemas. Una empresa cuando va mal, deja de pagar primero a la administración y, por ello, no tendrán derecho a las ayudas y no tiene sentido”.
En este sentido, el directivo económico de Libertad VCF asegura que muchos ICO que se han dado se han adjudicado a los que lo necesitan pero muchos otros se han dado porque la banca ha llamado a los empresarios y los ha persuadido con unos buenos intereses. Además, indica que el plan ‘Resistiré’ está siendo bastante ágil pero al fin y al cabo son parches y son muy pocas las empresas que cumplen los requisitos de las ayudas.
En referencia a los abusos de la banca, Dionisio Canales opina: “Han empezado a ingresar comisiones incluso por hacer transferencias. Hay una barbaridad de gastos. Mucha gente busca banca online porque se ponen pegas para atenderles personalmente y la gente joven busca lo online. Los bancos tradicionales van a tener problemas en el futuro si no se ponen las pilas. El problema de Caixa Bank es que cobra muchas comisiones y los de Bankia no están acostumbrados a ello pero normalmente ofrecen un buen trato al cliente”.