El secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, ha señalado que «el Imserso está en un riesgo evidente por falta de sensibilidad» y sobre todo, por la falta de diálogo para revisar un programa que en los últimos años ha descansado en el altruismo y las pérdidas del sector.
Para Colomer «el diálogo es la herramienta más eficiente que tenemos en democracia», por ello, ha abogado por «sentarse para poner remedio». En esta línea, ha recordado que «la Comunitat Valenciana ha hecho sus deberes a la hora de trasladar al Ministerio, en reiteradas ocasiones, la necesidad de hablar, dialogar, chequear y revisar aquello que va mal».
Y ha avanzado que mañana viernes en el Consejo Español de Turismo que se celebrará en Madrid, volverá a trasladar el malestar que muestra el sector hotelero valenciano; y solicitará «diálogo para poder subsanar un programa que descansa sobre las pérdidas del sector turístico, y eso es insostenible».
Colomer ha realizado estas declaraciones a los medios presentes en la jornada que ha albergado Invat.tur en Benidorm sobre ‘Los datos del verano’22: Vuelta a la normalidad’, tras preguntarle por la valoración de la indignación del sector hotelero por el aumento de costes, y la decisión del Gobierno de mantener el programa del Imserso sin la correspondiente subida de precios.
En este contexto, Colomer ha mostrado su «decepción enorme», porque a su juicio «hay mucha experiencia ya acumulada, mucho guión, argumentario, mucho debate formulado y muchas peticiones lanzadas de consenso».
El titular de Turisme Comunitat Valenciana ha declarado que «no podemos entender cómo persiste el error de mantener un programa de éxito durante décadas, pero que está condenado al fracaso, si no somos capaces de interpretar y comprender el mundo que tenemos».
«Un mundo -ha continuado Colomer-, en el que la inflación, el encarecimiento de los costes de producción, así como otros múltiples factores que endurecen y hacen que, el mantenimiento y la congelación de precios, repercuta directamente en la pérdida, todavía más severa y dramática, de la rentabilidad todavía inexistente para el sector turístico».
