El conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent ha destacado hoy en la apertura de la jornada ‘Marco Europeo sobre clima y energía para 2030: el despliegue de la energía fotovoltaica en la Comunitat Valenciana’, que el autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica “se erige sin duda como pilar fundamental en la transición hacia un sistema de generación distribuida basado en fuentes de energías limpias, renovables y autóctonas.
A este respecto, ha añadido que en el contexto actual de incremento de los precios de la energía y la incertidumbre que ha estallado con el conflicto bélico en Ucrania, “es más cierto que nunca la necesidad de profundizar en las energías renovables y en el autoconsumo”.
Por ello, ha continuado, “hemos solicitado al Ministerio de Transición Ecológica la ampliación en al menos 50 millones de euros del presupuesto asignado al Ivace para impulsar el autoconsumo, que inicialmente era de cerca de 40 millones de euros, dada la buena acogida y gestión que está teniendo el programa».
En su intervención, Climent ha incidido en las ventajas del autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica, ya que combina “sus ventajas energéticas con las relacionadas con aspectos medioambientales, sociales y de generación de empleo, favoreciendo un modelo de producción y uso de la energía más sostenible,justo y democrático”.
Hay que recordar que la Comunitat Valenciana posee unas condiciones especialmente favorables, que la sitúan como lugar idóneo para el desarrollo del autoconsumo. A los elevados niveles de radiación solar, se une el modelo de desarrollo industrial valenciano, basado en PYME’s, lo que comporta un gran potencial de superficie de cubiertas disponible para albergar instalaciones y generar la energía distribuida en los mismos puntos en que se consume.
En este sentido, el titular de Economía Sostenible apuesta por las instalaciones fotovoltaicas desarrolladas por comunidades de energías renovables para construir un nuevo modelo “en el que la ciudadanía participe activamente, se sitúe en el centro, como actores, como parte activa que se beneficia de la generación, la distribución, la gestión y el consumo de energía a nivel más local”.
Por último, ha señalado que la producción de energía a nivel local es “indispensable para fomentar la producción de energía renovable, difundir la democracia energética y reducir las tasas de pobreza energética” y las comunidades de energía constituyen “una pieza esencial para lograr la descentralización y democratización de los sistemas energéticos y fomentar un desarrollo económico y social sostenible a nivel local”.