Valencia, 18 de febrero de 2021.- Raquel Barba
La gastronomía es otro de los sectores en constante cambio y una de las modas que poco a poco está entrando en las cocinas occidentales son los productos a base de insectos. En otro orden de los asuntos, la acuicultura es cada vez más una alternativa sostenible a la pesca a mar abierto que dé solución al consumo alejado de las aguas cuya calidad es cada vez peor.
Como cada semana, el gastrónomo Chema Ferrer ha pasado por los micrófonos de A Buenas Horas, de la 107.1 Radio Intereconomía Valencia para darnos su impresión sobre estos temas.
La introducción de los insectos en las dietas occidentales es cada vez mayor, y según aseguraba el gastrónomo, este tipo de productos “están pasando por una institución nueva en la UE, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que ya está dando el visto bueno a algunos insectos para que se puedan comercializar”, y añade: “Hasta ahora hay tiendas especializadas, como una que hay en el Mercado de Ruzafa, en las que se pueden comprar estos productos, pero pronto los tendremos en los supermercados”.
Pero a diferencia de otros países no occidentales, Chema Ferrer no cree que en esta parte del mundo, y especialmente en España, el consumo de insectos “pase de lo meramente anecdótico”. Una de las razones que da es que “En occidente estamos sobrealimentados y nosotros [especialmente en España] no tenemos necesidad de comer insectos”.
En otro orden de los asuntos, Chema Ferrer ha hablado sobre la acuicultura sostenible como una alternativa a la pesca en alta mar, y las normativas que hay alrededor de esta actividad comercial. “Cuando salió la normativa para la prohibición de la pesca del atún rojo, aquí se cumplió a rajatabla. Lo mismo sucedió con el boquerón”, pero el problema, admite, está fuera de la jurisdicción española: “En relación con el atún rojo, fuera de las 200 millas en las que la Guardia Civil puede actuar, estaban los pescadores coreanos y japoneses intentando hacer su agosto”. A modo de síntesis, comenta: “La acuicultura es el futuro, tendremos que convivir con ella y no pasa nada. Pero el problema está en que a los países extranjeros se les pueda controlar de alguna forma, cosa que veo difícil”.
Como recomendación, Chema Ferrer aconsejaba acerca del salmón “comprar la parte de la mitad hacia la cola, porque es más fácil de deslomar y el sabor es mejor”.