Estimado Joan:
No seré yo quien no defienda la libertad de expresión, esa libertad que me permite escribirte lo que pienso de tus malintencionadas declaraciones vertidas en contra de todo aquello que atenta contra los pilares corroídos de tu ideología antisistema. Ideología que pretende justificar lo injustificable; embalsamado en palabras de falsa moderación y descompuesta en los fluidos de la financiación pública obtenida de la sangre vital de tus conciudadanos, cuando como consecuencia de tu manifiesta insensibilidad ante el drama económico y social de los mismos, sigues financiando los movimientos callejeros organizados a través de los oscuros tentáculos de tu siniestra organización política.
Y quiero empezar diciéndote, Joan, que considerar libertad de expresión brocegadas con base de rap como “No me da pena tu tiro en la nuca pepero …. Que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono …. Pena de muerte ya a las infantas patéticas …. Prefiero grapos que guapos … Merece también un navajazo en el abdomen y colgarlo en una plaza …. Que revienten sus sesos y que sus cenizas las pongan en la puerta de la Paeria” no hacen más que inhabilitarte no solo como demócrata y Alcalde de la tercera ciudad de España, sino que te exilian a la peor de las cataduras morales, a la de aquellos mercenarios ideológicos que piensan que como sus ideas están por encima de las demás, estas les licencian para masacrar a aquellos que piensan diferente. Esto no es libertad de expresión, Joan, esto es delito; por más que los rancios comunistas como tu, criados al amparo de esa democracia que forjaron nuestros padres con su esfuerzo, pretendáis destruir poniendo en tela de juicio a nuestro poder judicial y la legitimidad de sus decisiones, así como la actuación al amparo del marco constitucional de nuestos cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Que te revienta, lo se, porque tú no eres un demócrata sino el fruto de la recalcitrante y antagónica ideología comunista que encabeza la odiosa cifra de asesinados por motivos ideológicos, y por tanto es normal que no admitas que el derecho a la concentración acaba en el momento en el que se pretende llevar a cabo una marcha ilegal, con quema y destrucción del mobiliario urbano y agresión a la policía que, atendiendo las directrices de sus superiores, actúa para defender el estado de derecho. Ese mismo que otro “compadre ideológico tuyo” como el Sr. Baldoví pone en tela de juicio cuestionando nuestra calidad democrática, rebajando el digno oficio de políticos que algunos tenemos el privilegio de profesar, a los mismos niveles del infrasuelo donde se mueven vuestro miserable sentido del deber y del estado.
Pero si ya es patético defender lo indefendible como tú y tus secuaces hacéis, financiar el movimiento antisistema que llena de fuego y drama democrático nuestras devastadas calles por tu pésima gestión de la pandemia y la crisis económica, es sin lugar a dudas, abominable.
Porque eres tú, Joan Ribó, apalancado en el comunismo endogámico con la necesaria complicidad de tus socios de gobiernos subyugados por el valor de las poltronas que ocupan, los que apadrináis con vuestras acusaciones al exceso policial a colectivos como anarquistas del Cabanyal, que alientan el terrorismo callejero con mensajes en sus redes sociales como “los disturbios bien canalizados son la respuesta a la violencia estructural. Para demostrar fuerza y un aviso a navegantes de hasta dónde podemos llegar”. Yo no sé hasta donde pueden ellos llegar, pero si sé hasta dónde has llegado tú y tu gobierno: hasta amadrinar, con subvenciones del Ayuntamiento de los valencianos, a organizaciones como Colectiu Per L´horta, del que además de formar parte el deudor por su nefasta gestión de 4 millones de euros Giussepe Grezzi,, tú tienes a gala hacerte “fotos progres” en algunas de sus actividades. Pues bien Joan, que sepa todo el mundo, que este colectivo también denuncia, muy probablemente al son de la batuta de tu “compromis” las cargas policiales de ayer en Valencia en la concentración de soporte al “condenado en derecho” Pablo Hasel, Y que aseguran que seguirán defendiendo barrios anticapitalistas y feministas. Como si defender a un impresentable rapero que afirma que “cualquier zorra de mierda se cree irresistible” o “me ofende que esa zorra crea que voy a hacerle caso por tener coño y dos testas” tuviera algo de feminista o su anticapitalismo algo de cordura.
Joan, te has desacreditado publicamente afirmando que “se hicieron algunas actuaciones que no eran demasiado proporcionadas” en referencia a la actuación policial, que solo hace que mostrar el anticapitalista antisistema que hay en tu interior absolutamente incompatible con el cargo de Alcalde que tan indignamente ostentas. Porque es indigno acusar a la policía de “que en determinadas manifestaciones de la derecha, la proporcionalidad no existe en el sentido contrario” y define claramente lo que subyace en tu sentir político: más palos para la derecha y más subvenciones para los que amamantan a los cachorros antisistema, mientras desacreditas a los defensores del orden público.
Creemé Joan cando te digo que si fluyera algo de sangre democrática por tus venas, mañana mismo presentarías tu dimisión. Como sé que no lo harás, será el sistema democrático, a ese que tanto daño le has hecho con tus palabras, el que te ponga en las urnas en el lugar que debes ocupar: junto a estos alborotadores callejeros, enfrentado al sistema y bien lejos de las instituciones.