Los empresarios hoteleros de la ciudad tienen una inversión en marcha de 300 millones de euros, lo que hace todavía más llamativa la falta de los fondos Next Generation necesarios para la reconversión del destino.
El último hotel en abrir sus puertas después de la reforma en pleno confinamiento es el Hotel Ambassador del Grupo Hoteles Benidorm, con una inversión de 19 millones de euros. Abre sus puestas con una clara apuesta por un turismo de calidad subiendo a la categoría de 4 estrellas tras una reforma integral que prima la sostenibilidad.
Que el sector privado en el turismo va muy por delante de la administración pública es algo más que conocido en todos los ámbitos. Y que la industria hotelera en Benidorm se ha preparado desde el primer día de la pandemia para una recuperación basada en la sostenibilidad, digitalización y calidad de producto es una evidencia que se puede comprobar con sólo dar un paseo por la ciudad.
Sin saber siquiera que habría una política de Fondos europeos para la recuperación, el sector hotelero programó una inversión de 300 millones de euros para aprovechar el paréntesis que ha supuesto la crisis del covid y dar un nuevo giro a la oferta hotelera con una nueva oleada de reformas y nuevo producto hotelero.
Esta apuesta del sector privado contrasta con la indiferencia que Benidorm ha supuesto para las administraciones que han repartido los primeros Fondos Europeos de Recuperación Next Generation: a pesar de ser la tercera ciudad peninsular en pernoctaciones turísticas solo por detrás de Madrid y Barcelona, y tener una inversión privada paralela superior a ningún otro destino, estos criterios no parecen ser relevantes para los responsables de los Fondos Europeos y no han sido valorados para el reparto de la primera remesa.
La iniciativa privada tiene que ser acompasada por una puesta al día del entorno público y para ello son fundamentales los Fondos Europeos. Benidorm, además, sufre la infrafinanciación de los municipios turísticos por lo que el ‘maná europeo’ es un instrumento para compensar esta falta de recursos ordinarios. La finalización de obras tan esenciales como el Centro Cultural, la movilidad sostenible o importantes inversiones en atractivos turísticos como los paseos de Levante y Poniente son elementos que pueden renovar y transformar la industria turística de Benidorm hacia ese modelo de turismo futuro sostenible, innovador y responsable en el que estamos comprometidos.
Un ejemplo de todo esto es la apertura del nuevo Hotel Ambassador. Con una inversión de 19 millones de euros, sólo esta empresa ha invertido más del doble del plan presentado por el Ayuntamiento de Benidorm a los Fondos Europeos que era de 8 millones €.
El nuevo hotel Ambassador playa abrió sus puertas el pasado 1 de octubre tras una reforma integral realizada durante el confinamiento, siendo esta la primera reforma importante desde que abriera sus puertas en 1971. El Hotel Ambassador (que pertenece a Grupo Hoteles Benidorm) realiza una gran inversión con miras al futuro, mejorando la accesibilidad de sus instalaciones, ahora adaptadas a personas con distintas capacidades.