AVA-ASAJA, LA UNIÓ y Cooperatives Agro-alimentàries consideran que su propuesta es “la más razonable y de futuro para la convivencia de citricultores y apicultores”

Valencia, 4 de marzo de 2022

Las dos principales organizaciones profesionales agrarias  de la Comunitat Valenciana –la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y LA  UNIÓ de Llauradors i Ramaders– junto a Cooperatives Agro-alimentàries consideran que  la propuesta que han consensuado y han trasladado a la Conselleria de Agricultura para  buscar una solución al problema de la ‘pinyolà’, es decir, la polinización cruzada entre  plantaciones de cítricos, es “la más razonable y de futuro para lograr una convivencia de  los citricultores y apicultores valencianos y esperan un compromiso firme por parte de  Conselleria de habilitar partidas presupuestarias suficientes para cumplir con estos retos”.  

Estas entidades defienden que ellas no firman el Acuerdo de la ‘pinyolà’ que corresponde  al Consell, sino que han presentado una propuesta, como han hecho otras organizaciones. Su propuesta “busca avanzar y establecer unas medidas transitorias, con  derechos y obligaciones tanto para el sector citrícola como el apícola, a fin de conseguir  en 2026 unas mejoras que darían una mayor garantía a los apicultores para colocar  colmenas de abejas en toda la geografía autonómica y también a los citricultores al  asegurar que no se va a producir ‘pinyolà’”.  

En resumen, estas medidas consisten en la puesta en marcha en febrero de 2023 del  mapa agronómico de la Comunitat Valenciana; la aprobación de una línea de ayudas  entre 2023 y 2025 para la reconversión de variedades que puedan ser susceptibles de  polinización o de provocarla pues algunas de ellas ya no tienen interés comercial y por lo  tanto es esencial ese apoyo para adaptarse al mercado; la aprobación de una línea de  ayudas entre 2023 y 2025 para apoyar la instalación de un sistema de enmallado en estas plantaciones durante la época de floración que mejoraría la calidad del fruto y por lo tanto  su valor, de tal manera que a partir de febrero de 2026 su enmallado sea obligatorio; y la  aprobación de ayudas ganaderas para que en febrero de 2026 todos los asentamientos  de colmenas que se establezcan en la Comunitat Valenciana, sean originarias o  trashumantes, estén geolocalizadas a través de GPS o chip.  

Cooperatives Agro-alimentàries, La UNIÓ y AVA-ASAJA lamentan “la manipulación y el  oportunismo de aquellas entidades que, en lugar de buscar una solución sensata y  responsable al problema de la ‘pinyolà’, quieren prolongarlo en el tiempo o incluso agravar  la presencia de semillas en los frutos. Por un lado, nos encontramos con aquellas  entidades que quieren que todo continúe igual. Y por el otro lado, tenemos a aquellas  entidades que quieren libertad total para colocar colmenas sin ningún tipo de control. A  diferencia de estas entidades, las unas y las otras, nosotros hemos dado un paso al frente  cuando lo más fácil hubiera sido quedarnos quietos y, sabiendo que no es un tema de hoy para mañana, hemos propuesto a la Conselleria un plan beneficioso desde el punto de  vista económico, social y medioambiental”.  

Constatan que su propuesta “ha funcionado bien ya en otras zonas citrícolas, como  Estados Unidos, donde se han aplicado este tipo de decisiones. En Marruecos asignan  zonas libres de colmenas a la variedad híbrida Nadorcott para que no haya ‘pinyolà’, y  aún así, ha sido un año de pepitas porque con la sequía las abejas han emigrado a esas  áreas aisladas. Es evidente que si queremos mantener variedades híbridas de cítricos en el futuro, no hay otra alternativa que instalar un enmallado y nuestra propuesta contempla  ayudas para ello”.  

Por eso, las tres entidades esperan que “el resto de entidades acaben revisando sus  posturas y pasen a manifestar una actitud proactiva y profesional con la que demuestren  que quieren solucionar un problema y no ser unos oportunistas para pescar en río  revuelto. Nosotros vamos a defender lo que es correcto, aportando soluciones fiables y  que entroncan, además, con las estrategias de la Unión Europea en respeto al medio  ambiente, biodiversidad y defensa de los insectos polinizadores, esenciales para una  adecuada productividad en multitud de cultivos como hortalizas, frutales de hueso, kiwis o  aguacates. Tenemos una gran oportunidad de poner fin a un conflicto y sería una  irresponsabilidad no aprovecharla”.