Valencia, 22 de diciembre de 2021.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama medidas urgentes e inaplazables a las administraciones ante la superpoblación descontrolada de fauna salvaje –sobre todo jabalíes, conejos de monte, cabras montesas y corzos– que este año ha ocasionado unas pérdidas récord de 35 millones de euros en la agricultura de la Comunitat Valenciana. La organización agraria calcula así que los daños directos e indirectos causados por estas especies silvestres aumentan un 15% respecto al año pasado, el cual ya había batido niveles máximos de incidencia debido a las restricciones impuestas a la caza por la pandemia y a la inacción política lastrada por presiones ideológicas.
Grupos de animales cada vez más numerosos y expandidos por todo el medio rural valenciano arrancan plantones jóvenes, extirpan hortalizas, roen troncos hasta causar la muerte del árbol, rompen ramas, comen brotes tiernos y frutas antes de ser recolectadas, excavan agujeros en los huertos, destrozan gomas de goteo, causan desprendimientos de tierra y de muros de piedra, etc. Uno de los últimos problemas que trasladan asociados de AVA-ASAJA es que la fauna hurga debajo de las vallas que protegen los campos y las levantan para que toda la manada pueda introducirse.
En parques naturales valencianos los animales silvestres causan estragos en los cultivos y la biodiversidad del paraje. Por ejemplo, en La Albufera a los daños habituales de la avifauna se le suman bandadas de flamencos que patean los arrozales, los jabalíes que llegan desde los huertos colindantes y las urracas que destrozan nidos de otras aves.
En el caso de la ganadería, la fauna salvaje también auspicia la transmisión de enfermedades como la sarna, la tuberculosis o, tal como está sucediendo con el jabalí en el centro de Europa, la Peste Porcina Africana (PPA), cuya entrada pondría en riesgo la cabaña porcina valenciana. Asimismo, algunas especies han llegado a atacar a agricultores mientras faenaban en sus parcelas.
Con todo, AVA-ASAJA alerta de que la excesiva expansión de fauna salvaje también provoca otro tipo de perjuicios al conjunto de la sociedad. Según un estudio de la Generalitat Valenciana, ciervos, corzos pero sobre todo jabalíes ya ocasionan más de 300 accidentes de tráfico al año, siendo las zonas más siniestradas el sur de Valencia, el norte de Castellón y el norte de Alicante. Los animales además causan crecientes desperfectos en urbanizaciones y centros urbanos no solo del interior sino también del litoral.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “la fauna salvaje está absolutamente fuera de control y los daños, lejos de remitir, van a más tanto en el campo como en el resto del territorio. Todas las alarmas apuntan a la necesidad de acometer una gestión consensuada y contundente que permita reducir las poblaciones a un umbral objetivo según el cual se compatibilice la sostenibilidad medioambiental, social y económica. Pero no se hará nada mientras enfrente haya una sociedad que no es consciente del problema y una clase política que antepone la ley de la selva –y la selva– a un medio rural con equilibrio, con calidad de vida y con convivencia entre los distintos colectivos sociales”.
En concreto, AVA-ASAJA reclama una legislación nacional y autonómica para el control poblacional del jabalí y las otras especies de fauna salvaje a través de la caza y otras actuaciones que deberían ser gestionadas de manera ágil, sencilla y eficaz. Aguado valora la iniciativa de una serie de ayuntamientos que han decidido colocar jaulas trampa para jabalíes y anima a todas las administraciones a “poner en marcha todas las medidas que resulten necesarias antes de que la situación empeore aún más y afecte en mayor medida a la seguridad ciudadana”.