Valencia, 30 de junio de 2021- Xavi Cuenca
El director general del Grupo Martí, Antonio Martí, ha señalado en Intereconomía Valencia que si la ampliación de la V-31 se lleva a cabo, va a ‘matar’ a las empresas y comercios de la zona comercial de Alfafar y sus alrededores, al igual que acabará ahogando a los pueblos de l’Horta Nord ya que la mayoría de sus habitantes trabajan en estas empresas.
“Todos los pueblos, que son prácticamente Valencia porque están pegados, no se están teniendo en cuenta, se nos está abandonando completamente. La zona comercial la van a matar, al igual que también los pueblos porque casi que viven de los IVI que genera la zona comercial”, declara Martí.
Asimismo, el empresario sostiene: “Alfafar es una zona comercial de las más importantes de España. Cuando se pretende realizar un proyecto de gran magnitud buscas que las cosas fluyan, no puede ser que pasen meses y que persigas al técnico para conseguir una licencia. Tiene que haber un impulso por la parte política para agilizar estos trámites porque hay marcas que estaban firmadas y se han retirado por las pegas del ayuntamiento”.
En referencia a la situación del comercio tradicional y el pequeño comercio, Antonio Martí argumenta: “El comercio tradicional no va a desaparecer, el comercio online ha prosperado entre la gente joven y ha provocado cambios en la forma de trabajar de algunas empresas. En nuestro centro comercial hay mucho ocio para provocar una experiencia única al visitante que no viene solo a comprar. El comercio es más intimista pero hace falta más proactividad por parte del dependiente porque si la persona es fría, la gente no compra”.
Acerca de la problemática en la utilización de los suelos, el director general del Grupo Martí manifiesta: “Tenemos un montón de suelo por desarrollar y nos encontramos con barreras administrativas y burocráticas. Las necesidades de negocio generan empleo, que nosotros estemos parados en el proyecto de creación de un centro comercial, si no damos facilidades cada vez van a cerrar más empresas. Si cada uno hace la batalla por su cuenta, esto no avanza y si se camina hacia el mismo lado todo irá mejor”.
Por otro lado, sobre la proyección de películas en la gran pantalla y los problemas para las salas a la hora de conseguirlas, Martí expone: “El cine es un sector bonito pero muy particular, los exhibidores estamos en manos de las distribuidoras. El contenido no depende de los exhibidores, depende de la distribuidora. Durante la pandemia, cuando pedíamos títulos nos daban los que ellos querían. No contemplamos que las plataformas sean una competencia real para el cine porque la gran pantalla es una experiencia incomparable”.