El presidente de Propeller club de Valencia, una asociación de directivos de empresas portuarias, Alfredo Soler: “hay dos objetivos fundamentales. Ser competitivos y tener un puerto hub con conexiones en todo el mundo hará que los productos que lleguen al consumidor final sean más baratos, casi un 15%. Y el segundo, se busca potenciar toda la cadena logística de cara a la exportación para tener una industria potente y generar riqueza”.
A su vez, Alfredo Soler ha fundamentado: “lo que ha sacado adelante a la Comunidad Valenciana en periodos de crisis. En nuestra mano esta tener una buena coordinación para poder aumentar nuestra rentabilidad para ser más eficientes y baratos. Debemos avanzar en temas tecnológicos para mejorar en nuestros procesos”.
Así pues, ante la ampliación norte, el presidente de Propeller Valencia ha recalcado: “los empresarios pretendemos de una administración que nos deje trabajar sobre un proyecto donde una empresa extranjera va a invertir 1.200 millones de euros para crear miles de puestos de empleo. A la construcción de la terminal no se le pueden poner tantas trabas porque puede crear más de 30.000 empleos, tanto directos como indirectos”.
“El puerto, cuando recibe las críticas, es porque la gente quiere sacar rédito de esas políticas, pero se equivocan porque es un bien común y publico que favorece a todo el sistema económico tanto valenciano como español, ya que nos lanza a ser más competitivos”, ha añadido Soler.
Por otra parte, el otro gran problema para el desarrollo del puerto es la ZAL a la que Alfredo Soler se ha referido: “Barcelona ya va por la tercera ampliación de la Zal, en Cartagena y Tarragona se ha aprobado, pero aquí sigue bloqueada por un tema totalmente político. Si antes era huerta, y ahora por la expropiación y la urbanización ya no es huerta, estamos perdiendo mucho dinero por no ponerla a operar cuando había un compromiso de las empresas para ser limpias y crear puestos de empleo para la zona”.