- Recuerda que la contratación menor es mucho menos transparente y explica que en 2021 el Ayuntamiento ya recibió un aviso por abusar de esta figura
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha criticado el uso abusivo del contrato menor del que hace gala el gobierno de Ribó. «El alcalde cierra curso político y se va de vacaciones con 1.123 contratos menores adjudicados, y eso tan solo a fecha del 31 de julio de 2021. En total, 6,5 millones de euros que llevamos adjudicados en 2022 a través de este procedimiento”, ha denunciado. Así, ha recordado que la figura del contrato menor es “menos transparente” que otros tipos de contrataciones públicas, puesto que permite una tramitación mucho más simple que, por ejemplo, no requiere concurso público. En otras palabras, se pueden adjudicar “a dedo”.
“No entendemos cómo es posible que el gobierno de Ribó, que venía a ser el más transparente de la historia, haga un uso tan sumamente abusivo de la figura del contrato menor, que no permite una fiscalización ni un control tan firme como el de otros tipos de adjudicación”, ha continuado en este sentido el portavoz de la formación liberal. “Y además, aquí solo estamos hablando de los contratos que adjudica el Ayuntamiento de Valencia, ni siquiera contemplamos los que han tramitado las empresas públicas y organismos autónomos”.
De este modo, ha explicado que esta no es la primera vez que el gobierno de Ribó recibe un aviso por excederse en el uso del contrato menor. Ya en el año 2021, la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación alertó de que Valencia era una de las ciudades que más recurría a esta figura, muy por encima de otras ciudades como por ejemplo Málaga o Barcelona. “El Ayuntamiento de Valencia cerró 2021 con la adjudicación de 1.952 contratos menores, más de un 80% del total de los contratos. Un número estratosférico que se traduce en un total de 11,5 millones de euros que se adjudicaron por un proceso opaco sin concurrencia pública”, ha detallado al respecto.
“Esta cantidad supone el 14,7% del presupuesto base de las licitaciones del Ayuntamiento, muy por encima de Barcelona, que dedicó a los contratos menores el 4,7% de su presupuesto base, o Málaga, con el 5,9%”, ha continuado Giner. “Pero es que, el gobierno de Ribó intentó hacernos creer que ellos lo iban a hacer mejor y que, aunque la ley no los obliga a ello, iban a pedir presupuestos a tres empresas diferentes antes de adjudicar un contrato menor. Pues bien, ellos mismos traicionan su propio procedimiento, puesto que el mismo informa apunta a que en 2021 no se cumplió esta norma en casi el 37% de los casos”, ha concluido.
“Pero la peor parte se la lleva el análisis del límite presupuestario. Se supone que un contrato es menor porque tiene un presupuesto reducido, que es lo que le permite sortear procesos de control más exigentes. Pues bien, el informe de la Oficina concluye que en el 47,37% de los casos se fraccionaron contratos más grandes en contratos pequeños para poder adjudicarlos bajo el umbral de la contratación menor, mucho más laxa y arbitraria. Es un dato que nos parece muy grave y que desde Ciudadanos denunciamos con firmeza. ¿Cuál es el interés del gobierno de Ribó en adjudicar contratos menores? ¿Poder dárselos a personas afines? ¿Ahorrarse tramitaciones más costosas? Es una auténtica vergüenza”, ha denunciado Giner.
“Y estos son los datos al cierre de 2021, cuando ya avisaron de que había sido un año excesivo en cuanto a la adjudicación de contratación menores. Pues bien, 2022 va camino de ser incluso peor. Si comparamos las cifras hasta julio de 2021 y julio de 2022, vemos que en este ejercicio todavía se ha disparado más el uso de esta figura. Mientras que en los siete primeros meses del 2021 se habían adjudicado 790 contratos menores por valor de 5 millones de euros, en 2022 ya vamos por 1.123 por valor de 6,5 millones. Si seguimos así, ¿cómo vamos a cerrar el ejercicio? ¿Y si ya le dieron un toque de atención el año pasado a Ribó, este año qué nos van a decir? Exigimos más transparencia en los procesos de contratación pública. Y, sobre todo, seriedad”, ha concluido.