– Representa una apuesta de la Generalitat por el transporte público, la reducción de las emisiones y la vertebración y cohesión de la ciudad de València
– Vicent Soler y Arcadi España inciden en que este proyecto «es una muestra más de que la Comunitat es ejemplo de gestión eficiente de los recursos europeos»
El Ministerio de Hacienda y Función Pública, responsable también de la gestión de los fondos europeos, ha confirmado que la actuación, cofinanciada a través del programa operativo Feder 2014-2020 de la Comunitat Valenciana, de desarrollo y puesta en funcionamiento de la Línea 10 de Metrovalencia ha sido calificado como «buena práctica» y ejemplo de gestión de los recursos europeos.
La actuación, dependiente de FGV como órgano gestor de fondos europeos en la Comunitat Valenciana, cuenta con una inversión de 50 millones de euros, de los cuales 20 millones están cofinanciados por la Unión Europea, lo que ha permitido la construcción y puesta en funcionamiento en las próximas semanas de una nueva línea de metro de 5,3 kilómetros.
«Que la Generalitat haya decidido gestionar con los recursos del Programa Operativo Feder el desarrollo de nuevas líneas de transporte público es un ejemplo de cómo invertimos los recursos en mejorar la movilidad sostenible, la reducción de emisiones y la vertebración completa de nuestras grandes ciudades», ha apuntado al respecto el conseller de Hacienda, Vicent Soler.
Por su parte, el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, ha incidido en que «la aportación europea y el esfuerzo con recursos propios de la Generalitat nos ha permitido retomar este proyecto, que llevaba paralizado desde 2011, y que es una muestra más del compromiso de este Consell con la movilidad sostenible».
Así, el titular de Transporte ha destacado que la L10 «conectará la estación de Alacant, en el centro de València, con el barrio de Natzaret, permitirá vertebrar la ciudad, unir barrios de forma sostenible e incrementar la conectividad, además de mejorar la conexión de infraestructuras turísticas y administrativas, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Oceanogràfic y la Ciudad de la Justicia».
Las buenas prácticas en la gestión de fondos europeos son una herramienta utilizada por la UE para la difusión de los resultados alcanzados en los proyectos cofinanciados por los Programas Operativos Feder y FSE «y la mejor manera de visibilizar el impacto cualitativo de estos proyectos», tal y como ha apuntado el responsable de Hacienda.
Igualmente, tienen por objeto «dar a conocer a la ciudadanía la gran cantidad de proyectos, obras, servicios y subvenciones que son financiadas con recursos procedentes de la Unión Europea y, por tanto, una de las vías más eficaces para poner en valor tanto la gestión eficiente de los fondos por parte de las autonomías como el esfuerzo económico que realiza la UE en todos los estados miembros para lograr un elevado grado de cohesión social y territorial».
En este sentido, Vicent Soler ha querido resaltar «el papel de los órganos gestores de fondos europeos, como FGV, porque con este proyecto de buena práctica se demuestra que la Comunitat Valenciana es un ejemplo evidente de gestión eficiente de los recursos europeos y, especialmente, en el último Programa Operativo, que ha alcanzado una ejecución del 100% más de dos años antes de su conclusión».
En 2020 la Comunitat Valenciana logró la calificación de buena práctica de fondos Feder con los proyectos de fortalecimiento de las infraestructuras y equipamientos para la investigación en enfermedades infecciosas y epidemias emergentes; las obras de ampliación y modernización de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Bétera, así como la implantación de medidas de ahorro y eficiencia energética en la instalación eléctrica del instituto de Educación Secundaria Joan Llopis María de Cullera.
Justificación de Buena Práctica
Entre los argumentos que ha valorado el Ministerio de Hacienda para calificar de buena práctica la puesta en funcionamiento de la Línea 10 de Metrovalencia se encuentra el elevado número de susceptibles personas beneficiarias de esta nueva línea de metro, así como la importante labor de difusión que la Generalitat ha realizado para dar a conocer tanto el proyecto como su financiación por parte de la Unión Europea a través del Feder.
Además, se ha valorado especialmente que los trabajos de arquitectura realizados «incorporen elementos innovadores, ya que se permitirá a los usuarios de este medio de transporte, así como al resto de la ciudadanía, profundizar en la historia de una ciudad, ya que cada una de sus ocho estaciones y paradas tienen una denominación que responde a criterios geográficos y a tradiciones arraigadas popularmente y fundamentadas históricamente».
Asimismo, se fomenta, en línea con los objetivos medioambientales establecidos por la UE, «un transporte urbano limpio y colectivo, cuya puesta en servicio prevé un ahorro de 3.000 toneladas al año de dióxido de carbono, sin olvidar la mejora del servicio de transporte público para la ciudadanía y la mejor comunicación de la ciudad, que será ahora más rápida y cómoda» tal y como ha apuntado el conseller Arcadi España, quien también ha confirmado que la actuación ha sido igualmente seleccionada por «el carácter estratégico de la Línea 10».
De hecho, la nueva línea ha quedado incluida en la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana 2030 «donde hemos establecido las directrices para orientar las futuras actuaciones en materia de movilidad, como promover sistemas de transporte público de baja emisión de dióxido de carbono que tengan un impacto urbano» y también de la Estrategia Valenciana frente al Cambio Climático para 2030, cuyo objetivo principal es promover la transición a un sistema energético bajo en carbono, ha indicado España.
Asimismo, esta Buena Práctica se mantiene en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas, en los que se contemplan una serie de prácticas y políticas que promueven actitudes y comportamientos ambientalmente sostenibles, y que buscan lograr cambios positivos en beneficio de las personas y el planeta. Así, cumple tres objetivos fijados por Naciones Unidas: ciudades y comunidades sostenibles, acción por el clima y reducción de las desigualdades.
Respecto a este último punto, desde el Ministerio se ha valorado positivamente el diseño del Plan de Accesibilidad Universal al que está acogido la Línea 10, lo que garantiza la igualdad de acceso de toda la ciudadanía a través de ascensores accesibles para personas con movilidad reducida a lo largo de las distintas estaciones.