Valencia, 10 de Enero de 2022.
La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales ha afirmado en un informe publicado hoy que la Comunidad Valenciana tiene un déficit de 22.860 plazas residenciales para personas mayores, siendo la penúltima comunidad autónoma en ratio sobre población mayor de 65 años, tras la Región de Murcia.
https://directoressociales.com/wp-content/uploads/2022/01/NDP-Residencias-2020.pdf
Este es un problema que desde la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE) se viene denunciando desde hace varios años sin que haya habido una respuesta integral por parte de la Generalitat Valenciana a este gravísimo problema. La solución aportada por la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas ha sido la aprobación del Plan Convivint para creación de plazas y que prevé la construcción, entre otros recursos de otro tipo, de 34 centros residenciales hasta 2025 que, con la nueva limitación a 100 plazas por centro, podría suponer 3.400 nuevas plazas. Es decir, solamente el 14,87% de las plazas necesarias según el estudio de referencia.
Por tanto, haría falta la puesta en marcha de 19.460 nuevas plazas más para la que la Generalitat no tiene ningún plan. Desde AERTE, se ha defendido la necesidad de impulsar un número mayor de plazas públicas complementándolo, al mismo tiempo, de un plan de colaboración pública privada que permitiera cubrir la necesidad de plazas actuales y de la que se producirá en un futuro inmediato, que se verá muy incrementado por el proceso de envejecimiento de la población.
“Ahora existe una oportunidad única con los Fondos Europeos Next Generation pero si no los aprovechamos no tendremos recursos suficientes para dotar de los recursos necesarios a la Comunidad Valenciana en los próximos años, lo que provocará la imposibilidad de atender a miles de personas mayores por una deficiente planificación” afirmó Toro.
Desde AERTE se defiende que las personas mayores deben estar en sus casas todo el tiempo posible pero que cuando necesiten una plaza en un centro deberán poder disponer de ella, a un coste asumible para las personas usuarias y con un nivel de calidad elevado.
“Las decisiones que se están tomando ahora, y que condicionaran el futuro, van a tener el resultado totalmente contrario. Van a provocar un aumento de la lista de espera por la carencia de plazas, un aumento del coste de las mismas por la propuesta de incremento de los requisitos que se van a pedir a los centros y que muchas personas tengan que ser atendidas en recursos que no son los adecuados para su necesidad.” declaró el presidente de AERTE.
