La actividad económica creció un 2,8% intertrimestral en el 2T 2021 (−0,4% en el 1T), un repunte muy notable fruto de la retirada de las restricciones a la actividad con la finalización del estado de alarma el pasado mayo. En términos interanuales, el PIB avanzó un 19,8% (−4,2% en el 1T).
Una abultada cifra, en gran medida, porque se compara con el 2T 2020, trimestre muy negativamente afectado por la pandemia. En relación con el nivel precrisis, el PIB se sitúa todavía un 6,8% por debajo del 4T 2019 (−9,3% en el 1T). Por componentes de demanda, el avance intertrimestral se explica, en casi su totalidad, por la fuerte recuperación del consumo privado, que creció un 6,6% intertrimestral en el 2T.
Este fuerte repunte es coherente con el impacto de la retirada de las restricciones a la movilidad sobre el consumo y, posiblemente, a que los hogares hayan empezado a materializar decisiones de gasto que pospusieron durante la crisis.
Por su parte, la inversión decepcionó y cayó un 1,5% intertrimestral, ante el retroceso de la inversión en bienes de transporte y de la residencial. De cara a los próximos trimestres, prevemos que la inversión se recupere a medida que se beneficie de las ayudas contempladas en los fondos europeos NGEU. De cara al 3T, la previsión de crecimiento está rodeada de un grado muy elevado de incertidumbre, fruto de las incógnitas acerca del impacto que tendrá la quinta oleada de contagios sobre la recuperación del sector turístico durante la temporada de verano