Valencia, 13 de julio de 2021- Diego Varea
El abogado y presidente de la Fundación Goerlich, Andrés Goerlich, ha repasado en Intereconomía Valencia el asunto del cine Metropol, un espacio emblemático de la ciudad y cultura valenciana datado en 1932, que ahora es un punto caliente porque existen diferentes pretensiones para este edificio.
Así pues, Andrés Goerlich ha explicado que “la institución que está trabajando por salvar el cine Metropol es “Salvem el Metropol”, junto a otras como la nuestra, y para salvarlo bastaría con que las distintas valencianas lo declararan bien de relevancia local”.
Por ello, el presidente de la Fundación Goerlich ha abogado que “en el ayuntamiento la competencia la tiene urbanismo y cultura, hay voluntad inequívoca de alcaldía, urbanismo y licencias para que el Metropol se proteja y sea declarado BRL, pero urbanismo no es el caso. Por otra parte, la Generalitat hace una recomendación a urbanismo para preservar el edificio”.
De hecho, el abogado ha indicado que “todo esto ha surgido por la dispersión de competencias entre las distintas concejalías y la Generalitat. Además, es impensable que este edificio no estuviese protegido, por ello lo compró una identidad para derribarlo y construir un hotel”.
En esta misma línea, el presidente de la Fundación Goerlich ha señalado que “hasta hace un siglo y medio, la ciudad crecía sobre murallas hacia dentro, y ahora habiendo distintos planes que abogan por la dispersión y teniendo en la misma ciudad más de 2.000 solares sin edificar, no tiene sentido derribar un edificio tan emblemático”.
A su vez, Andrés Goerlich ha expuesto que “somos especialistas en destruir paisajes maravillosos, tanto naturales como urbanos, pero en otros lugares esto sería descabellado. En cualquier ciudad es impensable que se altere la configuración de los cascos antiguos, y además gran parte de las circunvalaciones deberían de estar protegidos”.
Por último, en vistas de las reformas de las distintas plazas, Goerlich ha apuntado que “el patrimonio, la historia, que aparezcan elementos adoquinados o líneas del tranvía es algo que se debe ir conjugando con las necesidades de uso cuotidianas para dar a la ciudad una personalidad propia, algo que patrimonialmente se puede ofrecer a los visitantes y crear riqueza”.