Un nuevo diputado de Ciudadanos en Les Corts ha solicitado su baja en el partido a escasas horas de celebrarse, a petición de la síndica Ruth Merino, la Comisión de Gobierno de Interior del parlamento valenciano – una de las dos reuniones con debates y votaciones secretas – para tratar de compensar económicamente al grupo por la marcha hace poco más de un mes de otros cuatro miembros. En esta ocasión, el diputado por Castellón Vicente Fernández García ha decidido seguir el mismo camino de sus predecesores para pasar al grupo de los no adscritos, aunque sus motivaciones a la hora de adoptar esta “difícil” decisión son muy distintas.
En un comunicado, al que ha tenido en acceso en exclusiva ESdiario, Fernández sostiene que su conciencia no le permite permanecer impasible ante las decisiones económicas adoptadas “de manera unilateral” por la responsable del grupo, Ruth Merino, y que “cuentan con la complicidad de los órganos de dirección”. En este sentido, denuncia que, a pesar de sus intentos por lograr consensos dentro de la formación, la cúpula directiva se ha encargado de “reducir toda posibilidad de funcionamiento democrático en nuestra actividad política y económica”. Un proceso de opacidad interna en la que también ha detectado transferencias al partido de “buena parte” de los fondos que se perciben como grupo parlamentario, el cual “debía destinarse a la acción política”.
De modo cautelar, añade, ha rogado a la portavoz Merino y a los órganos de dirección autonómicos suspender cualquier transferencia al partido de los fondos y subvenciones que se perciben de Les Corts con dinero público hasta “que acordásemos las medidas dentro del grupo”. No obstante, lamenta que se ha hecho “caso omiso” a todas estas peticiones e, incluso, señala que ha sido reprendido personalmente por “personas de la Dirección Nacional”.
Además, Fernández explica que el grupo cuenta con once trabajadores fijos, cuatros de ellos con antigüedad reconocida superior al del inicio de la presente legislatura por “decisiones personales de Toni Cantó y Ruth Merino”, lo cual se traduce en unas considerables indemnizaciones a la finalización de esta legislatura. “Desde mi partido se me ha pedido que cesara en estas peticiones, validando y respaldando lo que considero es una grave e irresponsable actuación”, sostiene.
En relación a otra noticia que ya publicó en exclusiva este medio sobre el despido improcedente del exjefe de Gabinete de Toni Cantó, el disidente de la formación ‘naranja’ reconoce que el despido improcedente debió ser tramitado como objetivo por causas económicas, y vuelve a culpar a Ruth Merino de hacer un mal uso del dinero público para pagar una indemnización desproporcionada. La propia portavoz no quiso ofrecer detalles a este medio sobre el asunto por lo que consideraba que era “confidencial” y, por tanto, no debía trascender a la opinión pública. Al respecto, Fernández profundiza: “esto es un acto que entiendo resulta lesivo para las arcas públicas, creando además un precedente que podría ser alegado por los otros once trabajadores”.
A nivel nacional, también ha esperado sin fortuna a que el partido pidiese perdón a los ciudadanos y afiliados por la moción de censura de Murcia e intento de moción en Madrid, el incumplimiento del Pacto de Gobierno del Ayuntamiento de Granada o los “injustificados” apoyos al Gobierno de Sánchez.
Por todo ello, evidencia su desapego hacia el partido naranja, pero no a los principios de centro derecha “que sostengo desde mi carrera política y por supuesto de esta legislatura, con intervenciones parlamentarias claras e inequívocas en este sentido”. Del mismo modo, denuncia que se pretende modificar la Ley Electoral Valenciana con el apoyo de Ciudadanos a través de una decisión que “traerá más nacionalismo y más separatismo a nuestra Comunidad”.