Valencia, 13 de junio de 2021- Xavi Cuenca
El analista y experto en cine, Ramón Ferrer, ha homenajeado en Intereconomía Valencia a la figura del valenciano Luís García Berlanga porque ayer hubiera cumplido 100 años. El director reflejó en sus películas el pensamiento político y la idiosincrasia valenciana en una dura época para el conjunto de la sociedad.
“En la primera etapa de Berlanga se muestran aspectos de la sociedad civil, cosa que la dictadura intentaba ocultar, por eso tenía mucho mérito. Era un cine mucho más difícil de realizar. El guion de la película Viva Rusia fue escrito por el mismo Berlanga pero no la pudo dirigir porque el reparto se iba muriendo y hubiera sido la cuarta película de la saga. El guion está ahí y alguien se tiene que atrever a hacer una película con él”, declara Ferrer.
El analista hace un repaso de la carrera como director del director valenciano e informa: “Se va a reestrenar en pantalla grande La escopeta nacional la semana que viene y a finales de agosto Moros y cristianos. También se ha hecho una ruta con los sitios donde rodó Berlanga y sus lugares favoritos. Se inventó una palabra: imperio austro-húngaro”.
“El circo es un documental del 1949 que habla de la llegada del circo americano a Madrid, aquí es donde empezaba la carrera del maestro. En el 1951 sacó con Fernando Fernán Gómez Esa pareja feliz, una película simpática y agradable que se podría decir que es la primera película de Berlanga. En el 1953 se estrenó la película que catapultó a la fama al director en el panorama nacional e internacional: Bienvenido Mister Marshal. Esta película fue premiada en el Festival de Cannes a la mejor comedia y se llevó una mención especial por el guion”, manifiesta el experto en cine.
En esta línea, Ramón Ferrer prosigue: “Novio a la vista de 1954 también es digna de mención y Calabuch del 1956 que trata sobre un científico que se pierde en una isla, no quiere saber nada del mundo en plena Guerra Fría y conoce el fantástico pueblo de Calabuch. Los jueves, milagro con Pepe Isvert a la cabeza, que demuestra las originales ideas que tenía Berlanga. Con José Luís López Vázquez que era otro de los actores fetiches del director, realizó Vivan los novios, una comedia infravalorada por la crítica y que estuvo nominada a la palma de oro en el Festival de Cannes”.
“A partir de los años 70, Berlanga no era muy conocido en el extranjero porque sus películas eran muy difíciles de doblar ya que en todas ellas había una gran cantidad de voces y escándalo por detrás. Tamaño natural de 1974 con Michel Piccoli, una película que trata de un hombre que se enamora de una muñeca. Plácido es para mí su obra maestra porque retrata una dura época de nuestro país. Berlanga siempre valoró la cultura y la idiosincrasia valenciana”, concluye el analista.