Diego Puga y Francisco J. Goerlich analizan el desarrollo de las áreas urbanas frente a la despoblación de los municipios rurales, en el segundo webinar Ivie 2021
València, 4 de junio de 2021.
Las nuevas tecnologías y la digitalización, que han facilitado el teletrabajo, permitirán mejorar la competitividad de ciudades medianas frente a las grandes urbes, pero no va a frenar el proceso de urbanización que vive España desde la segunda mitad del siglo XX, según explicó ayer el investigador del Ivie y catedrático de la Universitat de València, Francisco J. Goerlich, en el webinar Metrópolis, despoblación y crecimiento económico en el siglo XXI: la visión desde España, celebrado ayer. El reparto de la población en España se caracteriza por el elevado grado de concentración en las áreas urbanas, en contraste con las grandes extensiones de superficie deshabitada. En opinión de Goerlich, este proceso de urbanización no solo no ha finalizado, sino que va a continuar. Mientras en el año 1900, el 35,2% de los núcleos poblacionales eran áreas urbanas funcionales y el 64,8% eran municipios rurales, en 2020, las áreas urbanas ya representan el 69,5%, frente al 30,5% de los municipios pequeños.
El 40% de los municipios españoles están en riesgo de despoblación, aunque en ellos solo reside un 2,3% de los habitantes del país. Según el investigador del Ivie, esas localidades tienen características comunes: población envejecida, mayores tasas de dependencia (porcentaje de población menor de 16 años y mayor de 65 años sobre el total de ocupados) y la renta por hogar es más baja que la media. Para Goerlich, estos municipios en declive no van a revitalizarse y a ganar población pese al desarrollo de las nuevas tecnologías, ya que el proceso de urbanización del país es imparable. Sin embargo, “la digitalización sí que contribuirá al esponjamiento de las ciudades, con un mayor desarrollo de las medianas”.
El investigador reconoció que existe un problema de accesibilidad a los servicios públicos en estos municipios despoblados y localizados en el centro peninsular, Aragón, La Rioja, Extremadura y áreas de montaña. Sin embargo, aclaró que los problemas desde el punto de vista territorial pueden parecer muy elevados, pero, si se tiene en cuenta el número de habitantes afectados, el impacto es mucho más reducido. Por ejemplo, el 55% de la población española vive en un municipio que tiene hospital y solo un 2% necesita más de 45 minutos para llegar a un centro hospitalario. En cualquier caso, también insistió en que deben impulsarse las políticas de adaptación a la despoblación para mantener un nivel mínimo de servicios esenciales que garantice el bienestar de sus habitantes.
La jornada, incluida en la serie de webinars Retos 2030 de la economía y la sociedad española que organiza el Ivie, contó también con la participación Diego Puga, profesor investigador en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI) y premio Rey Jaume I de Economía 2020; y del investigador del Ivie Francisco Alcalá, que actuó como moderador.
La intervención del profesor Puga se centró en analizar las principales ventajas de las ciudades y áreas urbanas, que atraen a mayor número de habitantes, aunque también explicó algunos de sus inconvenientes. “La densidad de la población aumenta la productividad y la innovación y se refleja también en el reconocimiento laboral, a través de salarios más elevados”, afirmó. Sin embargo, “la densidad es sinónimo de congestión, hace más costoso vivir y concentra la exposición a la contaminación y las enfermedades”