Valencia, 22 de marzo de 2021.- Raquel Barba
Esta mañana Rafa Torres, presidente de Confecomerç, ha pasado por los micrófonos de El Intercafé, el programa de José Luis Pichardo, en la 107.1 Radio Intereconomía Valencia, para evaluar la situación del comercio en la ciudad de Valencia.
En primer lugar, ha querido aclarar la interpretación de los datos del INE sobre la situación del sector: “El INE mete a todo el comercio en el mismo saco. El año pasado se calculó que había caído un 7%, por lo que a primera vista el comercio no está tan dañado”. El motivo, explica, es que “en este saco se mezcla la alimentación, el equipamiento del hogar, el personal… algunos de los cuales están yendo mejor que el año anterior. Si quitamos los sectores esenciales, estamos viendo caídas del 40%, 50% y 60%”. De forma comparativa el primer trimestre del año pasado, antes de que se paralizase por completo la actividad, el comercio estaba creciendo con muy buenos números, pero un año después, “la comparativa va a dar miedo”.
En relación a la concesión de ayudas para este sector, Rafa Torres ha asegurado que hay diferencias entre ayuntamientos: “Hay unos más avanzados que otros, algunos ofrecen ayudas, escasas e insuficientes, pero por lo menos han sacado ayudas”. En el caso del Ayuntamiento de Valencia, cuenta de primera mano la situación: “Teníamos cerrado un paquete de ayudas con el Consell en el que estimábamos 20.000 comercios. Sería parecido al de la hostelería. Cuando estaba prácticamente todo cerrado, nos enteramos de que el proceso se había paralizado, y que las ayudas se querían sacar de los famosos 11.000 millones y no de los fondos europeos”.
Desde Confecomerç han puesto sobre la mesa varias opciones para que sus asociados puedan recurrir a la administración por los daos que se les están causando: “Los abogados no ven fácil que los seguros cubran la falta de actividad, porque lo tienen solo unos pocos, y además sería ir contra la compañía de seguros porque serían ellas las que tendrían que hacer frente a ese gasto. Otra opción es a través de una demanda por el lucro cesante a raíz de los cierres”. Pero, ante todo, aclara, “el recurso por una de esas dos vías tiene que ser algo completamente individual”.
Cuando se trata de la concesión de créditos, la situación es muy similar: “Estamos ya en el mes de vencimiento y todavía no sabemos nada; no sabemos si nuestras financiaciones van a ser ampliadas o no. Vivimos con el ‘qué pasará mañana’”.
Otro asunto que concierne al sector del comercio y que afecta más si cabe a su situación es la accesibilidad a los comercios del centro a raíz de los planes urbanísticos y de movilidad que se han llevado a cabo hasta ahora y otros que se están emprendiendo en el momento. “La accesibilidad al centro histórico ha quedado rota porque solo está la línea C1, que es insuficiente y además el nivel de ocupación es mucho más baja que en otras líneas, además de estar mal planteada. Pedimos la ampliación de líneas que sigan pasando de forma efectiva por la calle San Vicente y mejorar así el derecho de accesibilidad de las personas a estas zonas”.
Por otro lado, las reformas que se están llevando de forma simultánea en varios edificios del casco histórico agravan la accesibilidad, tanto para transporte público como para el privado: “Ya antes de la pandemia pedimos que no coincidieran estas obras porque iba a ser un desastre. Si uno se pasea por la lonja, verá que uno de cada cuatro comercios están cerrados”, explica Rafa Torres. Una vez terminadas las reformas, admite que estéticamente será más atractivo, pero ¿a qué precio? “La mayoría de los comercios van a morir”, porque, además, “se han cerrado dos parkings y se ha trasladado el flujo al Mercado Central y siempre está saturado, por lo que ni se puede acceder con transporte público, ni tampoco con el privado porque no se puede aparcar”. Para poner más de manifiesto la implicación de las entidades públicas con el sector, el presidente de Confecomerç ha incidido en lo siguiente: “El señor Grezzi ya dijo hace año y medio que le daba igual lo que le pasara al comercio porque su compromiso es con sus electores, para mejorar y hacer más eficiente el transporte público. Y lo ha dejado peor que estaba y encima está colaborando a hundir a un sector que está ya de por sí dañado”.