Valencia, 4 de marzo de 2021
El sector de la minería de la Comunitat Valenciana, aglutinados en la Federación Empresarial de Industrias Extractivas de la Comunidad Valenciana (FIECOVA), ha mostrado su disposición a colaborar con AVAESEN, el clúster valenciano de las energías limpias, para que los 40 km2 que ocupan las explotaciones mineras en territorio valenciano puedan albergar instalaciones de energías fotovoltaicas. En total, se podría conseguir una potencia de 300 mw, según los cálculos de AVAESEN, que contribuirían a incrementar la energía generada por renovables en la Comunitat y es que habría que multiplicar por 16 las instalaciones fotovoltaicas actuales para responder a las necesidades energéticas totales.
Para avanzar en esta colaboración, esta semana se ha celebrado una jornada de trabajo organizada por FIECOVA y la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunitat Valenciana (ARIVAL) y con la colaboración de AVAESEN, en el que se ha puesto de manifiesto las posibilidades que se abren para el sector extractivo con la aprobación del decreto ley 14/2020 de Energías Renovables.
El objetivo es que los promotores de instalaciones de energías fotovoltaicas puedan ubicarlas en el suelo de explotaciones mineras de forma prioritaria ya que estos espacios presentan varias ventajas respecto al suelo rústico no explotado con anterioridad. Para empezar, resulta lógico ocupar un suelo que ya se ha explotado y ha sido afectado por otra actividad para evitar consumir suelo ‘nuevo’.
Además, la gran mayoría de explotaciones mineras disponen de conexión eléctrica y estas instalaciones, además, suponen una oportunidad para las propias empresas extractivas de abaratar su consumo energético y obtener una rentabilidad económica de un espacio que la normativa le obliga a regenerar cuando está en desuso.
El presidente de AVAESEN, Marcos J. Lacruz, ha participado en la jornada para explicar algunas de las características que los promotores buscan en los espacios para instalar las plantas fotovoltaicas y que pasan por un mínimo de 3 hectáreas de terreno (sin sombras), que el suelo esté asentado y sea lo más plano posible y que disponga, como máximo, de una distancia de 500 metros por mw hasta el punto de evacuación.
Disponiendo de estas características, que prácticamente podrían cumplir la totalidad de las explotaciones mineras, según el presidente de FIECOVA, el reto ahora reside en cómo integrar la instalación de una planta fotovoltaica en las exigencias de regeneración de suelo a las que están obligadas las empresas del sector, para lo que esperan contar con la colaboración de la administración autonómica que facilite y acelere los trámites necesarios.
Marcos J. Lacruz, en representación de las empresas de energía renovable, se ha mostrado muy esperanzado con las posibilidades de esta colaboración que, ha dicho, va a beneficiar a ambos sectores y, en su conjunto, a la sociedad valenciana: “Tenemos la oportunidad de reconvertir espacios afectados por la actividad humana en instalaciones generadoras de energía limpia. Esto va en línea no sólo con todas las iniciativas europeas, nacionales y regionales, sino con el sentido común y el interés económico y ambiental de todas las partes interesadas. Esto hay que conseguirlo”.
En ese mismo punto ha coincidido la directora general de Industria, Energía y Minas, Empar Martínez, encargada de abrir la jornada, quien ha asegurado que se incluyó el tema de las explotaciones mineras en el Decreto Ley de Energías Renovables porque se identificó que podía ser un suelo idóneo para su instalación. Martínez confía en que esta colaboración llegue a buen término porque es una manera de que “el sector extractivo puede obtener nuevos aprovechamientos del suelo y las renovables, nuevas oportunidades de invertir”.