El futuro corredor verde ‘València Sur’ conectará el centro de la ciudad, desde el Parc Central, hasta el nuevo distrito innovador de Vara de Quart y el nuevo cauce del río Túria. Los barrios de Raiosa, Malilla, Creu Coberta, Sant Marcel·lí, Camí Reial y Sant Isidre quedarán unidos a través de esta infraestructura, con la que se pretende fomentar los recorridos a pie, reducir la contaminación y renaturalizar la ciudad. Además, se creará un colchón verde en torno a la V30, que reducirá su impacto visual y acústico. El Ayuntamiento convocará un concurso de ideas para el desarrollo “del proyecto urbanístico más importante de València de la última década”, según ha explicado la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez. La propuesta deberá incluir, entre otras cuestiones, la revisión del Programa de Actuación Integrada (PAI) de Parc Central.
Valencia, 18 de febrero de 2021
“Lo que proponemos es que toda zona sur de la ciudad deje de ser la parte trasera de València para convertirse en una nueva fachada, dotándola de calidad urbana y paisajística suficiente para que los barrios del sur, tan olvidados y tan marcados por la cicatriz ferroviaria, estén mejor integrados en la ciudad”. Son palabras de la vicealcaldesa en la rueda de prensa telemática en la que ha presentado el proyecto del gran corredor verde ‘València Sur’. Así, “aprovechando que tenemos el proyecto de renaturalización del río Túria” y “aprovechando la oportunidad de que se van a soterrar las vías del tren hasta el puente de Giorgeta”, el futuro eje verde conectará el centro, desde el Parc Central hasta el nuevo cauce del río Túria, pasando por el polígono Vara de Quart, Sant Isidre, el parque del Cementerio General, el parque de la Rambleta, la zona verde resultante del soterramiento de las vías del AVE, Sant Marcel·lí, Camí Reial, el nuevo desarrollo de Parc Central y la avenida Federico García Lorca.
Para ello, el Ayuntamiento convocará un concurso de ideas “para encontrar la mejor propuesta desde el planeamiento a este reto”. En cualquier caso, la propuesta deberá incluir: la revisión del PAI Parc Central ―la parte recayente a Sant Vicent y Malilla― y del PAI de Sant Marcel·lí, “para incluir los criterios de sostenibilidad y ciudad 15 minutos”; la zona verde sobre las vías del AVE, “de forma que quede integrada en el eje verde”; la zona de la ampliación del cementerio, “a través de una solución que compatibilice la ampliación con la creación de una zona verde”; la posible reubicación de las cocheras de la EMT, “para que Sant Isidre pueda tener una fachada al nuevo cauce con un colchón verde”, y la previsión del soterramiento de las vías de la línea C3 de Cercanías que dividen la zona sur de la ciudad. Según ha explicado Sandra Gómez, Alaquás, Aldaia y Xirivella firmaron un convenio en 2011 para el soterramiento de las vías a su paso por estos municipios y “se debería aprovechar esta circunstancia para que ese soterramiento se prolongue hasta València y eliminar una de tantas barreras que ha creado el ferrocarril en nuestra ciudad”.
Respecto al planeamiento aprobado en el PAI Parc Central, “la parte recayente a Sant Vicent ha quedado obsoleta”, ha indicado la titular de Desarrollo Urbano, quien ha detallado los “diferentes problemas que presenta”. Por un lado, las naves de Macosa y la chimenea de una antigua fábrica quedan dentro de una parcela escolar. “No tiene sentido que no puedan ser visibles ni accesibles si están dentro de un colegio porque lo que queremos es proteger la memoria industrial de València”, ha remarcado Gómez. Por otra parte, “el planeamiento actual rodea las parcelas escolares de viales con tráfico que, además, los separa de las zonas verdes” y los convierte en “colegios rotonda” que se alejan de “la importante labor de recuperación de espacio público que estamos llevando a cabo en los entornos escolares para mejorar la seguridad y la calidad de vida del alumnado”.
Además, el PAI Parc Central “está desfasado” porque “se planifican calles muy estrechas, que acaban siendo rincones poco seguros por los que nadie quiere pasar y que incumplen los parámetros de urbanismo con perspectiva de género”. A esto hay que añadir que “esta zona tiene multitud de reservas escolares que acaban siendo solares durante muchos años. Estamos llevando a cabo un estudio sociodemográfico para evaluar las necesidades reales de dichas reservas y poder negociar con la conselleria para dedicar ese suelo a otro tipo de dotaciones que son más necesarias para los barrios”. Igualmente, “estamos implantando las supermanzanas en diferentes barrios de la ciudad para repartir mejor el espacio público, mientras que el planeamiento actual prevé calles que no hacen falta al no ser continuidad de ninguna otra, así que se pueden eliminar y aumentar la superficie ajardinada”.
En cuanto a los espacios verdes, en el PAI Parc Central “están troceados, conectados por una calle estrecha, y los equipamientos se disponen de manera que se interrumpen esas zonas verdes e impide darles una continuidad”. Sandra Gómez también se ha referido a “un edificio de viviendas en la zona que está habitado y bien conservado, pero el planeamiento actual plantea su demolición”, por lo que “se debe buscar una solución que mantenga esta edificación y evite expulsar de sus casas a las familias que viven en él”. La regidora ha mencionado asimismo la gasolinera que, “según marca el plan vigente, se traslada junto a la Creu Coberta, un monumento histórico, que lo lógico es proteger generando zonas verdes peatonales alrededor”.
“Entendemos que cualquier nuevo desarrollo que se planifique deberá seguir las premisas para ser un ecobarrio”, ha añadido la edila. “No podemos no aprovechar todas las herramientas que existen en la actualidad para minimizar el impacto ambiental de la ciudad. Los ecobarrios minimizan la demanda de energía estudiando la orientación de los edificios y haciéndolos eficientes, y aprovechan los recursos para generar parte de la energía que consumen. Además, tratan de completar el ciclo del agua gestionando las aguas pluviales o grises. No podemos seguir construyendo ciudad como en el siglo pasado”.
Finalmente, la vicealcaldesa ha destacado el bulevar Federico García Lorca, que “tiene un número elevado de carriles de circulación y deja el espacio verde en el centro”, al igual que ocurre en las grandes vías de Marqués del Túria y Ferran el Catòlic. “Esta disposición hace que el espacio verde quede troceado a modo de rotondas, y que para acceder al mismo haya que cruzar una avenida. Está demostrado que estos bulevares no funcionan bien. Dan un mejor resultado los que llevan el espacio verde a los laterales, junto a las aceras, ya que mejoran la accesibilidad y se convierten en verdaderos espacios de encuentro”, siguiendo el ejemplo del paseo de Sant Joan en Barcelona, en cuyos laterales “podemos encontrar zonas de descanso, zonas infantiles o terrazas”.